Los colegios fiscales que implementaron el Bachillerato Internacional (BI) en la ciudad, desde 2008, han mejorado sus recursos pedagógicos e infraestructura para mantener la preferencia entre los estudiantes y padres de familia.

El colegio Teodoro Alvarado Oleas e Ismael Pérez Pazmiño son los únicos planteles públicos con esta modalidad de enseñanza en Guayaquil. También hay 8 establecimientos particulares que imparten el BI.

El Bachillerato Internacional es una fundación educativa sin fines de lucro, creada en Ginebra (Suiza) en 1968. A ella están adheridos 141 países con 3.312 colegios en el mundo. De estos, 55 en Ecuador están bajo este sistema, de los cuales 20 son públicos.

El presidente de la República, Rafael Correa, anunció hace pocos días que 125 planteles públicos, anualmente, se incorporarán al BI. Sin embargo, la Dirección de Bachillerato en Guayas informó que, de momento, no se planea incorporar más establecimientos guayaquileños a esta modalidad.
Para Tatiana Véliz, coordinadora del BI en el colegio Ismael Pérez Pazmiño, en la Cdla. Alborada, la propuesta del Ejecutivo es factible.

Implementar esta modalidad de enseñanza en un  plantel cuesta, al menos, 50 mil dólares, “y esto solo se refiere a la infraestructura, faltaría el equipamiento y capacitación de los docentes”, dijo Véliz.

Desde que el Ismael Pérez imparte el BI, ha tenido que mejorar, paulatinamente, los laboratorios en donde los estudiantes reciben clases.
Esto ha permitido que en los últimos 2 años aumentara la acogida de los 25 cupos disponibles para 5º de BI. “Ya tenemos la oferta cubierta para el siguiente año lectivo”, comentó Véliz.

El nuevo Bachillerato General Unificado que impulsa el Ministerio de Educación, según Véliz, permitirá ampliar la demanda del BI debido a que los estudiantes estarán mejor preparados para afrontar la carga académica (de hasta 12 horas diarias) que implica la modalidad internacional.

Katherine Quimís, egresada de BI en el colegio Teodoro Alvarado Oleas (TAO), de Miraflores -promoción 2011-, comentó que la falta de computadores, en ocasiones, afectó su presupuesto.

“Cinco  alumnos debíamos compartir  una misma máquina y, a veces, debía poner de mi bolsillo si quería sacar copias o usar Internet en otro sitio”, manifestó Quimís.
Indira Miranda, secretaria de Coordinación del BI en el TAO, no negó que los primeros años fueron difíciles para esta modalidad.

Sin embargo, de 4 computadoras que tenían disponibles en el área de la biblioteca, hasta el año pasado, pasaron a tener 41 máquinas distribuidas, además, entre un laboratorio de informática y uno de los paralelos de 3º de bachillerato.

“Tenemos solo tres impresoras para sacar copias a los libros de los estudiantes de BI y, en ocasiones, es insuficiente”, dijo Miranda, quien aspira a que el inconveniente sea superado este año.

La Dirección del Bachillerato en Guayas también informó que realizarán evaluaciones sobre el rendimiento de estos planteles.