El Ministerio del Ambiente (MAE) realizó un operativo con el fin de eliminar varias fuentes clandestinas de desfogue de aguas servidas, las cuales desembocaban directamente en el estero Salado de Guayaquil.

Durante la inspección que se llevó a cabo en los ramales del norte de la ciudad, Miraflores-Urdesa y Kennedy-Urdesa, se pudo constatar desembocaduras de aguas servidas, las cuales aumentan la contaminación del brazo de mar.

Eliécer Cruz, subsecretario de Gestión Marina y Costera del Ministerio del Ambiente, quien constató dichas conexiones, aseguró que se han sellado al menos 13 tuberías que desfogaban en el ramal del norte.

“Estos ductos salen presumiblemente de empresas adyacentes al estero. Como Ministerio del Ambiente hemos denunciado ante la Fiscalía del Guayas para que inicien las investigaciones como un delito ambiental”, dijo el funcionario.

Cruz aseguró que además de sellar dichas tuberías clandestinas, las cuales deberían estar conectadas a las del alcantarillado público, se están tomando muestras de agua y de sedimentos, con la finalidad de medir la contaminación que esto provoca. “Es ilegal desfogar las aguas servidas al estero. Hay 123 procesos administrativos contra distintas fábricas que expulsaban sus desechos al agua. Estos desechos (heces fecales y químicos) que son arrojados al brazo de mar tienen un nivel de afectación no solo a las especies que viven en el manglar, sino a las personas que habitan en zonas aledañas”, puntualizó.     

Según el funcionario, el estero está contaminado con metales pesados como cadmio, mercurio y plomo, entre otros. “Intentamos recuperarlo cortando todas las descargas domésticas y de fábricas. Luego de esto se trabaja en la eliminación de los sedimentos y reforestación del manglar. También adoptamos metodologías para separar los metales pesados de los lodos y se trabaja para tratar el agua contaminada”. 

Cruz destacó que el MAE seguirá identificando los agentes contaminantes del estero Salado y sancionando a quienes persistan en este delito. La Subsecretaría de Gestión Marina y Costera confirmó que han sido detectados cerca de 70 ductos que vierten líquidos contaminantes.