Hasta la mañana de ayer no había fecha para la culminación de la remediación ambiental
"La responsabilidad del derrame de búnker es de la empresa"
El ramal del río Daule contaminado con búnker, en Guayaquil, lució más profundo y sin lechuguines. La marea estaba baja ayer al mediodía. Los obreros de la empresa Balsasud, responsable del derrame del hidrocarburo, removieron la vegetación en donde se encontraba impregnada la sustancia tóxica.
Durante el fin de semana la limpieza no cesó. Los trabajadores de la compañía balsera recolectaban las ramas manchadas, por lo que dejaron el canal despejado. Según Inmune, compañía contratada para manejar el problema, en esa parte se está haciendo un control con el fin de recuperar el espacio natural.
En cambio, al pie de la compañía (el km 24 de la vía a Daule), otra cuadrilla remueve de un canal el búnker que está mezclado con fango.
Los trabajadores echaban ayer una fibra orgánica (con textura parecida al aserrín) para extraer con más facilidad el material viscoso. “La fibra funciona como una esponja. Cuando se satura se puede retirar”, explicó el técnico en remediación ambiental, Juan Carlos Jiménez, de Inmune. Hasta la mañana de ayer -comentó- no había una fecha exacta para concluir la limpieza.
El fango mezclado con el búnker cubría hasta las rodillas a los empleados metidos en el canal, que intentaban removerlo. Para ello usaban mascarillas, un traje especial, guantes y botas.
Sin embargo, algunos necesitaban la ayuda de otros compañeros para salir, pues sus pies quedaban enterrados. La masa formada es oscura como el petróleo y pegajosa como la brea.
El material retirado fue guardado en fundas. “Estamos esperando la toma de decisiones (de las autoridades) para aplicar el procedimiento de remediación para el área afectada. El sábado recogimos todo el hidrocarburo que estaba a la vista; ahora falta el lodo”.
Según el técnico, la situación no es muy compleja, pero la demora se debe a que no pueden intervenir sin autorización.
Por su parte, Alexis Sánchez, titular de la Secretaría Nacional del Agua (Senagua), aseguró públicamente que las explicaciones dadas por la empresa (de Pascual del Cioppo, presidente nacional del Partido Social Cristiano) eran vanas, poco concretas, insuficientes y nada satisfactorias.
Balsasud atribuyó el incidente a una falla humana: un calderista que al derramarse el hidrocarburo lo echó a un canal de aguas lluvias, que a su vez lo condujo hasta el río Daule (de donde se hace la captación del agua para los guayaquileños).
Al respecto, el funcionario -en una entrevista en una radio local- expresó que la culpa es de la balsera. “Cuidado con pensarse que la responsabilidad está sobre el operador.
De ninguna manera. La responsabilidad mayor la tiene la empresa que no tiene ningún tipo de medida industrial de control ambiental y de prevención en el tratamiento de combustible”. Sánchez añadió que con una adecuada práctica de control industrial de ninguna manera habría un tanque con búnker sin un contenedor que impida su derrame.
Hasta el cierre de esta edición, en la tarde, se intentó obtener la versión del Ministerio del Ambiente del Ecuador (MAE), pero no hubo respuesta. (I)