Los vecinos de la calle Víctor Manuel Rendón, desde Riobamba hasta General Córdova, se quejan por el ruido que generan las maquinarias municipales usadas para trabajos de regeneración urbana.

El arreglo de la zona céntrica, que empezó en diciembre de 2012, ha sido realizado, en diversos momentos, por tres contratistas y aún no concluye.       

Precisamente, el Municipio anunció meses atrás que terminó varias veces el contrato con las dos primeras por incumplimiento en los plazos.      

Las labores se ejecutan, incluso, en la madrugada, lo cual ha generado reclamos en los moradores.

Para que la Alcaldía de Guayaquil se percate de la contaminación ambiental, los residentes colgaron dos videos en las redes sociales en los que se escucha el ruido de martillos neumáticos y palas mecánicas en la intersección de Víctor Manuel Rendón y Baquerizo Moreno.

Abel Pita, morador de la zona, comenta que la contaminación es insoportable tanto en el día como en la noche. “No ha existido buena planificación para evitar molestias”.  Para Francisco Plaza, titular de la Fundación Contra el Ruido, Aire Contaminante y Tabaquismo (Funcorat), esto puede provocar daños en las personas. Se estima que un martillo neumático puede generar hasta 130 decibeles (dB).

Indicó que la Organización Mundial de la Salud (OMS) sostiene que es aceptable la recepción de sonidos que generen hasta 60 dB. Pasado ese nivel puede haber afectaciones que van desde la disminución de la capacidad auditiva “hasta la pérdida parcial y total de la audición”.   

Según un estudio reciente de Funcorat, en la ciudad se genera un ruido que alcanza hasta los 80 dB durante el día y 70 dB en la noche. “Eso no es saludable y las autoridades han hecho muy poco para revertir la situación”, afirma.

Los moradores contactaron al Municipio para que se evite el uso de maquinaria pesada durante la noche, pero hasta la madrugada del viernes pasado el ruido seguía perturbando la paz de la zona.