Puná se proyecta como un destino de desarrollo turístico ecosostenible
Abraham Delgado es un ciudadano nacido en la isla Puná, parroquia rural de Guayaquil, hace 39 años y participó recientemente en la jornada de limpieza de playas, promovida por el Municipio local.
Si bien se sintió satisfecho por el deber cumplido, con otros habitantes y grupos ambientalistas, también se mostró asombrado de los aproximadamente 600 sacos de basura que se recolectaron en cuatro horas.
“Es algo que ya desespera, que todos los días lleguen desechos que en gran parte no son nuestros y dañen las playas”, comentó Delgado.
Tanto la Prefectura del Guayas como el Cabildo conocen el problema y delinean estrategias para solucionarlo. El proyecto más próximo es convertir a Puná en un lugar de desarrollo ecoturístico sostenible.
Bolívar Coloma, director de Ambiente del Municipio, aseguró que en octubre próximo la alcaldesa Cynthia Viteri presentará oficialmente la iniciativa.
El objetivo, adelantó Coloma, es que Puná esté lista para la próxima temporada playera y convertirla en destino turístico.
Actualmente, se desarrolla un plan para el mejoramiento de la recolección de desechos, las redes de agua potable y electricidad.
“Con la viceprefecta Susana González trabajamos conjuntamente desde la semana pasada y las labores continuarán”, afirmó el funcionario.
González y Coloma recorrieron las comunas puneñas (Subida Alta, Cauchiche, Estero de Boca y Bellavista), donde existen los mejores balnearios, para conocer las necesidades más urgentes.
Además de la basura que invade las playas, también se conoció de la falta de infraestructura turística y vías. Llegar de un punto a otro representa dificultades por lo arcilloso del terreno, especialmente, durante la temporada invernal.
Para la viceprefecta González, el mejoramiento turístico de Puná no solo depende de los gobiernos locales, sino también de aquellos que tienen competencia en la cuenca alta del río Guayas.
La mitigación de la contaminación de las playas puneñas “dependerá de las políticas públicas que vengan con responsabilidad compartida desde otras prefecturas que dañan la cuenca del Guayas y otros municipios y juntas parroquiales”, dijo González.
Hasta el momento se tienen proyectadas fases de limpieza. Entre este mes y el siguiente se completará la primera etapa con tres jornadas.
“Posteriormente ingresaremos a la zona de manglar que también está afectada y continuaremos con el trabajo comunitario con todas las zonas”, indicó González.
Por su parte, el Ministerio de Turismo (Mintur) firmó hace hace seis meses un convenio de cooperación interinstitucional con la universidad Ecotec para el desarrollo de proyectos turísticos.
El acuerdo permitirá analizar la situación de la isla, crear nuevos productos turísticos y su posterior comercialización. El coordinador zonal 5 del Mintur, Felipe Álava, detalló que se hará énfasis en la capacitación y el fortalecimiento comunal para garantizar buenos servicios.
De las cuatro comunas de Puná, solo Cauchiche y Subida Alta están registradas como centros de turismo comunitario en el Mintur. Esta modalidad de gestión propone el uso de los ingresos en la actividad turística para beneficio de la población.
Los balnearios están ubicados hacia el noroeste de la isla. En los traslados se emplean lanchas y el recorrido dura media hora, aproximadamente, desde la parroquia Posorja.
Para César Solano, administrador de la ecohostería Cauchiche, lo más urgente es que al sector lleguen las redes de agua potable. Por el momento se surten manualmente mediante lanchas que transportan el líquido.
Si bien en julio pasado el Cabildo entregó una planta potabilizadora, esta solo beneficia a la cabecera parroquial, que está ubicada a 36 km de las comunas.
Tampoco hay alcantarillado sanitario por lo que las aguas residuales son descargadas directamente en el mar. (I)