Puestos para invidentes incumplen las exigencias
La Defensoría del Pueblo convocará en los siguientes días a una nueva audiencia entre el Municipio de Guayaquil y la Asociación de Ciegos y Amigos de los Ciegos de Guayas (Acacig) tras constatar que los quioscos ofrecidos por el Cabildo a los no videntes no prestan todas las garantías requeridas por este grupo de atención prioritaria.
La Acacig, a través del abogado Hernán Ulloa, solicitó una audiencia de conciliación para exponer sus quejas respecto de la reubicación emprendida por el Municipio, tras desalojarlos de la avenida 9 de Octubre, hace más de dos semanas.
El mercado de las Cuatro Manzanas, agencia centro de Correos del Ecuador, Malecón Simón Bolívar, terminal Río Daule de Metrovía y la intersección de las calles Rumichaca y Zaruma fueron los lugares dispuestos por las autoridades municipales.
Las observaciones hacia estos lugares por parte de los invidentes variaron de acuerdo al lugar (seguridad, falta de espacio, ventas bajas). Los quioscos facilitados tienen similares diseños y, en cada uno de ellos, pueden trabajar hasta tres ciudadanos.
María José Hernández, delegada de la Defensoría en Guayas, tras la audiencia realizada el pasado lunes, realizó una inspección in situ de estos lugares y confirmó las quejas de los comerciantes. En un recorrido realizado por este diario en estos locales se verificó, además, que en su mayoría no están siendo utilizados.
En el mercado de las Cuatro Manzanas, John Ramírez, quien perdió la vista a los 18 años, no se queja de las ventas ni del espacio, pero es el único que labora en uno de los tres módulos ubicados para los invidentes del lado de la calle Huancavilca.
Debido a que su mercadería no cabe en el pequeño quiosco, tuvo que ubicar una carpa para ampliar su espacio de trabajo. “La zona es la que me preocupa... estando adentro (del mercado) estoy protegido, pero al salir a la calle no tengo a nadie que me apoye”, comentó Ramírez.
Los puestos ubicados alrededor de Correos del Ecuador tienen desventajas similares. Según el citado grupo de vendedores no videntes, debieron pedir ayuda de conocidos para que les ayudaran a administrar sus micronegocios.
En este último lugar en particular, la Defensoría del Pueblo buscó corroborar la aseveración de Daniel Rodríguez, quien acudió a la audiencia de conciliación en representación de Xavier Narváez, director de Justicia y Vigilancia del Cabildo.
Rodríguez había asegurado que los locales ubicados en Correos del Ecuador eran subarrendados por los no videntes beneficiados con esos puestos. La Defensoría en Guayas desmintió la versión de Rodríguez, tras constatar que los quioscos estaban ocupados por ayudantes de los no videntes.
Hernández, titular de la Defensoría en Guayas, manifestó que, además, se verificó que el diseño de los quioscos no daba todas las garantías para una persona con discapacidad visual. “La mercancía que se exhibe está en la parte exterior y sería imposible para un invidente controlar que una persona pase y sustraiga la mercadería”, expresó Hernández.
También se comprobó que, en la calle Rumichaca, las ventas son bajas pese a que a tan solo una cuadra -en la 9 de Octubre- existe una gran circulación de personas.
En el Malecón Simón Bolívar y mercado de las Cuatro Manzanas se verificó el poco espacio disponible, mientras que en la terminal Río Daule no se pudo realizar la inspección del quiosco debido a que no se encontró la llave para abrirlo.
Para la tarde de ayer, una delegación de la Defensoría tenía previsto una reunión con el alcalde Jaime Nebot -o con su asesor- para exponer las observaciones encontradas durante la inspección y las propuestas de la Acacig respecto del tema. “Tratándose de un grupo de atención prioritaria, debe existir una socialización de los puntos para que puedan trabajar tranquilamente”, dijo Hernández.
Hasta el cierre de esta edición, se desconocían los resultados de la reunión con representantes municipales, así como la fecha para la continuación de la audiencia de conciliación entre las partes.