El inminente aumento de la intensidad del fenómeno climático El Niño, previsto para las primeras semanas de enero, obliga a los técnicos de la presa, ubicada a 160 kilómetros al norte de Guayaquil, a tomar acciones.

Los torrenciales aguaceros que trae consigo este fenómeno meteorológico incrementaría el nivel de la cota en la presa, así como inundaciones en diferentes zonas.

Es por ello que desde septiembre y tras una reunión con la Secretaría de Gestión de Riesgos (SGR), los funcionarios responsables de la presa tomaron la decisión de abrir las compuertas para que el líquido fluya de manera planificada hacia la Cuenca del Guayas.

Cristóbal Punina, gerente de la Corporación Eléctrica del Ecuador (Celec-EP) Hidronación, explicó que el objetivo es llegar, hasta la segunda semana de diciembre, a una cota entre 71 y 72 metros sobre el nivel del mar en el embalse. “En el invierno subió hasta 85 metros. Se la empezó a vaciar y a mediados de septiembre estaba en 80 metros sobre el nivel del mar”, puntualizó.

Todo ese caudal, afirmó, se evacua en razón de 380 metros cúbicos por segundo. El embalse tiene una capacidad total de 6.000 millones de metros cúbicos de agua. El líquido se distribuye a Guayaquil, Santa Elena, La Libertad y Salinas. “Es agua para el riego de los proyectos de Daule. Además de estos genera una cuña que empuja al agua salina que entra por Guayas. Por eso es una ría, tiene agua dulce y salada”, precisó.

El técnico manifestó que El Niño está presente y una evidencia de aquello es la baja producción arrocera en el sector de Samborondón, Salitre y sus alrededores.

“La obtención de arroz en esa zona ha disminuido por la salinidad de la tierra”. Si no hubiera Daule-Peripa, aseveró, el fluido que recibe Interagua sería salobre. Lo que hace la presa es generar una cuña, es decir el envío de agua dulce.

En tanto, la Secretaría Nacional del Agua (Senagua) prevé que en los próximos días será inaugurado el megaproyecto de riego Dauvín (Daule-Vinces).

El sistema beneficiará a miles de familias campesinas en un área comprendida por 180.000 hectáreas. Este complejo cuenta con seis presas ubicadas de manera estratégica en los ríos Mastantral, Vernaza, Puga, Junquilla, Pueblo Viejo y Nuevo.

La obra principal de cierre se encuentra en el sector Salamina, en el cantón Balzar (en el norte de la provincia de Guayas).

Allí se encuentran nueve compuertas que permiten regular y almacenar aguas arriba el cauce del río Daule y mediante un canal artificial, de 55 kilómetros, distribuir el líquido a las diferentes vertientes y a su vez controlarlo a través de otras 120 obras hidráulicas, entre ellas las presas inflables.

“Este es el proyecto de regulación hídrica más grande que se ha construido en la historia del país y que se edifica actualmente en Latinoamérica”, enfatizó el secretario del Agua, Carlos Bernal, en declaraciones a la agencia Andes, al indicar que se han invertido en total $ 270 millones. (I)