Los elementos metálicos están deteriorados
Plaza emblemática de Guayaquil, en mal estado
Los elementos deteriorados son notorios en el Parque del Centenario, uno de los sitios más turísticos y emblemáticos de Guayaquil. El percance ocurrido el viernes pasado evidencia el estado en el que se encuentran algunas zonas de la plaza.
Precisamente, hace 4 días la caída de una de las puertas metálicas, de grandes dimensiones, provocó la muerte de un ciudadano peruano del lado de la calle Vélez. Hasta ayer permanecía una banda plástica, de color amarillo, en la que rezaba: ‘Peligro’.
Las personas que visitaron el sitio, con nerviosismo, optaron ayer por sentarse en la acera y no en el interior.
Gabriel Morán, de 59 años, normalmente se sienta dentro del parque pero alejado de la puerta porque ve que las bases presentan desgaste. “En un descuido, eso me puede caer encima”.
En las 4 cuadras que ocupa este sitio de recreación, cuya construcción comenzó en 1891, hay una serie de elementos en mal estado.
Sus dos piletas son parte del inventario: tanto la Fuente de los Leones (del lado de Pedro Moncayo y Vélez), como la principal (Vélez y Lorenzo de Garaycoa) no funcionan. En ellas se observa que el óxido cubre las tuberías.
Miguel Donoso, quien concurre diariamente a la plaza, se queja de las luminarias apagadas. En la noche se nota que parte de las 12 luminarias tipo globo, con postes de hierro forjado, no tienen bombillas.
Según la tesis ‘Evaluación del Uso Recreativo del Parque Centenario de Guayaquil’, de la Escuela Superior Politécnica del Litoral, en 2010 se detectó que una de las puertas metálicas (no especifica la calle) estaba en mal estado. En esa investigación reza que estaban averiados 10 reflectores y un aspersor.
Además se reportó la desaparición de las placas de las esculturas ‘Los Aurigas’ y ‘Homero’, las cuales aún no se reponen.
De acuerdo con el Código de Organización, Autonomía y Descentralización (artículo 55), es competencia exclusiva de los cabildos “planificar, construir y mantener la infraestructura física y los equipamientos de salud y educación, así como los espacios públicos destinados al desarrollo social, cultural y deportivo”.
En el artículo 1 de la ordenanza de la Dirección de Áreas Verdes, Parques y Movilización Cívica, reza que dicha instancia seccional puede “conocer y coordinar los trabajos de construcción, rehabilitación, reparación y mantenimiento de parques, áreas verdes y áreas recreativas o comunales, que fueren ejecutados mediante administración directa por la Dirección de Obras Públicas Municipales, o por contratación, concesión, movilización cívica (mingas) o cualquier otro mecanismo previsto en la ley, utilizado por la entidad”. Dicho documento fue aprobado en 2000 por el alcalde Jaime Nebot Saadi.
Este diario buscó la versión del Municipio de Guayaquil y de la Fundación Guayaquil Siglo XXI -tanto vía telefónica como por correo electrónico- para obtener detalles del mantenimiento que se da al espacio emblemático, pero hasta el cierre de la edición, a las 16:00, no obtuvo respuesta.
Sin embargo, Abel Pesantes, director de Áreas Verdes del Municipio, mencionó al canal Ecuavisa que en octubre de 2014 se hizo un mantenimiento integral de las 4 puertas y que en diciembre se realizó un mantenimiento básico, que fue la limpieza de los rieles y lubricación de las ruedas de las puertas. (I)
El parque fue cerrado con Nebot
La Plaza del Centenario fue inaugurada en 1918, una vez que se instaló la Columna de los Próceres.
En 1996 la denominación del espacio cambia a Parque del Centenario por disposición de la Dirección de Ordenamiento e Infraestructura Territorial del Municipio.
Entre 2002 y 2003, en el régimen del alcalde Jaime Nebot Saadi, el parque fue cercado con rejas. Precisamente, como parte de la regeneración urbana, emprendida por su administración, se colocaron las puertas metálicas.
También se procedió al cambio de baldosas e implementación de bancas, basureros, faroles ornamentales, entre otros elementos.
Los edificios existentes alrededor de la obra fueron pintados en tonos pasteles para mantener la estética del lugar. Los costos de esta parte del proceso fueron asumidos por la Fundación Guayaquil Siglo XXI.
Actualmente rige un convenio de cooperación cívica acordado entre el Banco Pichincha y el Municipio de Guayaquil que tiene por objeto el mantenimiento de las aéreas verdes del parque. Según la entidad, solo incluye “limpieza, riego, poda, desbroce de maleza, reposición y reparación de especies arbóreas”.
Una gruesa rama de uno de los árboles ayer permanecía en el piso, luego de que se desplomara.