En la intersección de la calle Eloy Alfaro y El Oro (al sur de la ciudad) una grúa gigante, que está sobre una barcaza, remueve y recoge los restos de lo que era un viejo muelle de cemento.

Los trabajos son parte de la limpieza que se realiza en la zona donde construye el nuevo paso peatonal y ciclovía que unirá a Guayaquil con la isla Santay.

La obra, que está a cargo de la constructora Bueno y Castro Ingenieros Asociados CIA, debe ser concluida en un plazo de 12 meses, contados desde el 15 de noviembre pasado. “(La fecha de la entrega) es improrrogable”, indicó Ángel Cueva, administrador del contrato del Instituto de Contratación de Obras (ICO), entidad estatal.

El pasado viernes aún se limpiaba el área con el objetivo de que esté lista y en condiciones para colocar los pilotes.

De acuerdo con los datos proporcionados por el Ministerio de Desarrollo Urbano y Vivienda (Miduvi), el paso peatonal contará con más de 800 metros de longitud, cuatro metros de ancho, tendrá un sistema basculante hidráulico (se levantará para dar paso a las embarcaciones); además, una ciclovía será parte de ella.

Asimismo, según Juan López, residente técnico de la constructora, explicó que la altura del puente en ciertos tramos es distinta, es decir, en algunos tiene 8 metros y en otros 2, debido a que es inclinado.

El viaducto se enmarca en el proyecto denominado “Guayaquil Ecológico”, en el que participan el Ministerio del Ambiente (MAE) y el Ministerio de Desarrollo Urbano y Vivienda (Miduvi). El plan, además, incluye otro paso que conecta a la isla Santay con Durán (en la ciudadela Abel Gilbert).

La idea del proyecto, según ambas carteras de Estado, es recuperar en la ciudad aquellas zonas de protección, áreas de manglar y pulmones que tiene el cantón que anteriormente no fueron explotados.

El titular del Miduvi, Pedro Jaramillo, meses atrás indicó a este diario que los pasos tendrán mirador, sitios de descanso y lugares para que los futuros visitantes de la isla puedan adquirir productos. El diseño de los puentes está listo y, según el funcionario, podrán ser vistos en el portal próximamente.

La propuesta “Guayaquil Ecológico” contempla circuitos en la isla para que peatones y ciclistas puedan caminar o manejar sus vehículos. Habrá dos circuitos: uno inicial que se une a los dos puentes y el otro que dará la vuelta a la Santay.

Según Jaramillo, en los extremos de los puentes habrá controles, áreas de llegada y un parque educativo. En la reserva ecológica existirán recorridos por senderos elevados que se harán con tecnología que no afecte el medio ambiente ni ahuyente a las aves ni especies que habitan allí.

El funcionario adelantó que en las noches se elevarán los puentes para controlar el  ingreso a la isla, con la finalidad de que no afecte el ecosistema de la zona protegida.

El monto de la obra, que inicia en el sur, en un callejón que está junto a la Empresa Molinera, asciende a $ 14’269.825 en total.

Los trabajos, de acuerdo con la constructora, se ejecutan toda la noche: en el sur, mañana y tarde; y en los talleres, ubicados en Durán, los pilotes se elaboran las 24 horas.

El ICO informó, el pasado viernes, que los permisos para la realización de la edificación estaban en trámite en el Cabildo.

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