El alcalde de Guayaquil, Jaime Nebot Saadi, aseguró ayer que no existe ningún problema con los comerciantes informales en la ciudad.

El burgomaestre, quien es candidato a la reelección por el partido Madera de Guerrero, afirmó que hace años no se presentan inconvenientes con los comerciantes informales que expenden diversos productos por las calles.

En su enlace radial explicó que por la cercanía de las festividades navideñas y año nuevo hay “flexibilidad ordenada” con los vendedores. “Eso quiere decir que incluso vienen informales que no son de Guayaquil (originarios de otros cantones) y luego (tras la temporada) se van. Ellos vienen, conversan con nosotros y los colocamos en sitios tradicionales”.

No obstante, en las calles se observa otro ambiente entre quienes expenden variados artículos. Los comerciantes se muestran esquivos a las consultas para evitar que la Policía Metropolitana los retiren de los sectores en los que trabajan.

Sin embargo, otros coinciden en que las batidas se mantienen, especialmente, los sábados y domingos. “Los metropolitanos no hacen distingo de la edad o condiciones físicas de las personas para decomisar su mercadería”, afirmó José Quinga, vendedor de ropa. “El problema es todos los días, pero en diciembre se los ve en cada esquina”, concluyó.

Para evitar confrontaciones, los comerciantes, en calles como Colón, usan fundas y mochilas de fácil transportación para huir en los operativos, aseguró Jacqueline Velásquez, vendedora de manteles.

En contraste con lo afirmado por Nebot, en diciembre de 2010, dos guardias metropolitanos fueron detenidos tras enfrentamientos violentos contra los comerciantes informales. Esto ocurrió en la intersección de la avenida 9 de Octubre y Boyacá.

Tras estos hechos, el Cabildo argumentó que los agentes municipales cumplían con establecer el orden como lo permite el Cootad.

En el mismo año, a inicios del mes, se registraron más incidentes, esta vez en la avenida Olmedo y Chile. En aquella ocasión, alrededor de 200 metropolitanas comenzaron a retirar, usando gases, a los vendedores autónomos del sector de la Bahía.

De la misma manera, los comerciantes se quejaron el pasado año, porque los metropolitanos no los dejaban laborar en las calles.