En el escalón 304 del cerro Santa Ana tres funcionarios del Municipio de Guayaquil visitaron ayer uno de los bares de la zona. “Puede hacer un acabado con ese diseño de la fachada. Pero no haga nada aún...”, recomendó uno de los empleados del Cabildo al dueño del local. Tras la visita le colocó un sello de clausura.      

Ese es uno de los 13 locales que fueron cerrados por la Alcaldía, desde el 14 de mayo, en ese espacio turístico del puerto principal (según comerciantes hay 39).

Entre las causas, reza en las papeletas pegadas en las puertas, están: “Incumplimiento de acta de compromiso, reincidencia y estar en una zona no autorizada”.

Algunas de las personas que estaban en los locales expresaron que no querían hablar con la prensa para evitar que funcionarios del Cabildo tomaran represalias. Pidieron la reserva de sus nombres.

El Faro del Cerro Restaurant fue uno de los primeros negocios inspeccionados ayer por los municipales. “No sabemos nada”, expresó desde la ventana una de las mujeres que recibió a los técnicos.

Uno de los inspectores, quien afirmó no estar autorizado para dar declaraciones, comentó que simplemente estaban haciendo cumplir lo que dicen las ordenanzas. “¿Se queda adentro o afuera?”, le preguntó a la propietaria antes de cerrar la puerta del local para impedir el acceso a la cobertura de la diligencia (que consistió en reconocimientos del lugar).

Según los comerciantes, en parte, las clausuras tienen relación con la aplicación de la tercera reforma de la Ordenanza que regula el Plan de Regeneración Urbana del Cerro Santa Ana, aprobada el 22 de enero en el Concejo Cantonal.

De acuerdo con esta norma, pueden funcionar como bares locales que tengan, como mínimo, las siguientes dimensiones: “7 metros de frente y 70 metros cuadrados del área”. “Se exceptúa  del requisito a aquellos bares que posean la tasa de habilitación vigente y tengan como mínimo 5 metros de frente y 65 metros cuadrados el total del área”.

Los comerciantes no están de acuerdo con la medida porque -aseguraron- en una reunión con el Alcalde Jaime Nebot, este les dijo que solo le importaba que se haga mayor inversión económica. “Quería sillas y mesas de guayacán, nada de plástico, y aire acondicionado. Nada dijo de medidas”, recordó uno de los ciudadanos. Así consta en la Segunda Reforma de la Ordenanza que regula el Plan del Regeneración Urbana del Cerro Santa Ana.  

Un equipo de este medio acudió ayer a la Dirección de Justicia y Vigilancia del Municipio para obtener su versión sobre las clausuras (que cumplirán un mes el lunes), pero allí indicaron que no se encontraba su titular Xavier Narváez. (I).