Luego de los exámenes correspondientes, los médicos que atendieron ayer a monseñor Antonio Arregui, presidente de la Conferencia Episcopal Ecuatoriana (CEE), descartaron que el arzobispo se encuentre en estado crítico de salud.
“Se encuentra en buen estado de salud”, se leyó en uno de los comunicados enviados por la Secretaría General de la Conferencia Episcopal Ecuatoriana.

Con ello se descartó que Arregui estuviera en peligro, luego de que el pasado jueves sintió un quebrantamiento en su salud, que motivó su traslado de emergencia a las 05:00 hasta la clínica Kennedy, en el norte de Guayaquil.

A su llegada, los galenos ingresaron al prelado de urgencia al área de terapia intensiva, donde hasta la tarde de ayer se mantenía, luego de que sufriera un infarto, según versiones de testigos.

De acuerdo a la Arquidiócesis de Guayaquil, los médicos que lo atendieron evalúan la posibilidad de un ataque de estrés.

“Monseñor Arregui ha sido sometido a una serie de exámenes para poder determinar cuáles son las causas exactas del malestar.  Su estado de salud es bueno, no ha perdido en ningún momento la conciencia”, se aclaró en uno de los boletines.

El padre Rómulo Aguilar aseguró que Antonio Arregui, de 72 años, se encontraba en perfecto estado de salud y trabajando normalmente, con lo que descartó que hubiese estado  enfermo con anterioridad.

La Secretaría Episcopal exhorta a los feligreses para que se unan en oración por la pronta mejoría de monseñor Antonio Arregui Yarza.