María Alexandra Salguero, como muchos de sus vecinos, vive  más de treinta años en la ciudadela Martha de Roldós -creada en 1982 por el Banco de la Vivienda-, en el noroeste de la ciudad, en las inmediaciones de un canal construido, originalmente, para el desfogue de aguas lluvias.

La zanja, desde que el cerro de Mapasingue fue habitado -casi al mismo tiempo que la Martha de Roldós-, sirve para el desfogue de las aguas servidas que bajan de  las áreas aledañas.

Los moradores de los sectores 600 y 800 de la ciudadela viven con el fuerte olor que sale del ducto abierto, en el que se observa agua de color verde oscuro, basura, sedimentos y maleza. Algunos moradores, especialmente los  pequeños, han presentado problemas de salud, como afecciones a la garganta y tifoidea.

Salguero aseguró que las redes de agua potable y drenaje  presentan  filtraciones y criticó que Interagua, en más de una década, no haya solucionado  definitivamente el problema.

“Ayer (sábado) vinieron a destapar una tubería matriz de desagüe que, en palabras de un trabajador de Interagua, está colapsada y que la empresa está consciente de eso”, aseguró Salguero.

Washington Hidalgo, presidente del cómite barrial que representa a los sectores 600 y 800, afirmó que la concesionaria se comprometió a construir un ducto cajón en el sector, hace cerca de 5 años.

“Queremos que el mismo alcalde (Jaime Nebot) venga y nos ofrezca una  solución, porque en  2008 vino Ilfn Florsheim (gerenta de Comunicación de Interagua) a decirnos lo del ducto cajón y nada”, manifestó Hidalgo.

En noviembre de 2012, Interagua inauguró una obra para aguas servidas que consistió en la instalación de tuberías de 300 mm, en el lado norte del canal.

El presidente del comité manifestó que los tubos instalados resultan   pequeños para la carga que se recibe desde Mapasingue y que lo ideal hubiese sido colocar tubos de, por lo menos, 800 mm.

La pavimentación que realizó el Cabildo, hace casi cuatro años, en la ciudadela Santa Adriana, terminó por taponar la salida de aguas servidas en el sector 800 de la Martha de Roldós, según Hidalgo.

“Tenemos tres décadas denunciando ante la prensa el colapso de las redes de agua servida pero hasta la fecha nadie nos ha escuchado”, afirmó Hidalgo.

Osvaldo Valverde, morador del sector 600, comentó que, según los responsables de construcción, la instalación de las tuberías de 300 mm pretendió mitigar la descarga de los líquidos dentro de la zanja.

“No pasaron ni dos meses que la tubería colapsó con las primeras lluvias y los vecinos   abrieron sus propios ductos para evitar inundarse con agua sucia”, expresó Valverde.

El comité barrial entregó, el pasado 2 de mayo, un oficio dirigido al alcalde Jaime Nebot y en la ventanilla que  receptaron  el documento ofrecieron una respuesta en seis días.

Este diario intentó contactarse con Ilf Florsheim, vocera de Interagua, para conocer el seguimiento de las denuncias pero hasta el cierre de esta edición, no hubo una respuesta al respecto.