En las aceras cercanas al camal municipal, ubicado en el barrio Cuba, al sur de la ciudad, ayer aún se observaban  piedras.

Son los rastros de los enfrentamientos que se produjeron la semana pasada entre los trabajadores del matadero y miembros de la Policía Metropolitana.

Los negocios de comidas en los portales de las viviendas y las tercenas ayer funcionaron normalmente, a diferencia de los días anteriores que no fueron instalados por temor a ser víctimas de decomisos por parte de los municipales.

Los mayoristas de carnes depusieron la huelga la semana pasada que acordaron con el Cabildo no utilizar las nuevas máquinas limpiadoras de mondongo y peladora de patas, mientras aquellas  no funcionen en buenas condiciones. 

“Las máquinas que hay adentro ensucian el mondongo y dañan las patas”, explicó Ángel Romero, uno de los minoristas que compra el producto en el camal.

Por su parte, Carlos Romero, uno de los mayoristas que estuvo presente en la reunión con el Cabildo, indicó que otro de los puntos del acuerdo es que, hasta diciembre, pagarán la tasa de $17 por res faenada.

“Pero el Municipio de Guayaquil se comprometió a mejorar el servicio que nos da en las instalaciones y no estamos obligados a usar las nuevas máquinas hasta que funcionen bien”