Segundo Heriberto Majarrés, de 72 años, viste un pantalón beige  y camisa a cuadros y trabaja como cuidador de automóviles desde hace casi 30 años en la calle Clemente Ballén, frente al hotel Continental, de 07:00 a 17:30.

Dice Segundo que las personas que trabajan en los establecimientos aledaños al sector de la 9 de Octubre ya lo conocen y saben que cuando dejan el  vehículo bajo su cuidado “nada le va a pasar”.

El cuidador comenta que en el centro siempre han habido problemas de seguridad y de robo de autos, que  se asocian a los  guardias informales; sin embargo, afirma, él nunca ha tenido ningún inconveniente y  entrega en perfectas condiciones el bien que se le ha confiado.

Segundo usa  un chaleco azul en el que reza “Vigilante Autorizado”, que, dice,  le fue entregado a principios de año,  por la Policía Nacional,   el que identifica a  los cuidadores que trabajan  en la zona.

Bernardo Ovalle, encargado del programa de censos del Observatorio de Seguridad Ciudadana (OSC), explica que según un  análisis realizado por Gobernación del Guayas, en el primer semestre de 2010 ocurrieron 953 sustracciones y 839 en lo que va de  2011. 

Por ello,  en base a estas últimas estadísticas, el OSC, a través de su Unidad de Vigilancia Comunitaria y la Policía Nacional, decidieron realizar un censo para analizar cuántas personas se dedican a cuidar automóviles en la ciudad. “El propósito es aumentar la seguridad y tranquilidad de los ciudadanos en las calles”.
Ovalle afirma que este censo es parte de la estrategia para combatir el robo de autos en la urbe y convertir a los cuidadores en promotores de la seguridad.

“Queremos que no solamente cuiden, sino que nos ayuden a solucionar problemas; y  cuando detecten  alguna persona sospechosa o alguien que intente cometer un acto delictivo, se contacten con las autoridades respectivas”.
Julio César Castillo vigila los carros estacionados en las calles Olmedo y Chiriboga, desde hace 5 años, dos veces por semana, de 07:30 a 19:30. 

El señala que a pesar de que nunca se ha enfrentado a un caso de robo en esas calles, está consciente de que los dueños no sienten confianza al dejar el automotor a su cuidado.

El “franelero”, que está enterado del nuevo proyecto que consiste en censar a los guardias informales,   opina que es  una buena idea, ya que así sus clientes sentirán confianza de estacionar allí.

En ese sentido,   el proceso de censo, según  Ovalle, incluirá una capacitación para los trabajadores, donde se les enseñará a brindar  seguridad al ciudadano y alianzas con líderes barriales. 

Los circuitos que están siendo censados desde la semana pasada son Sauces, La Atarazana y  9 de Octubre. A fines de septiembre se  completará el programa con las ciudadelas  Centenario, Kennedy, Alborada y Urdesa.

Cada guardia informal, después de ser censado, debe portar  obligatoriamente  una credencial con sus datos personales, lo que garantiza la seguridad. En el carné consta fecha de vencimiento y será actualizado cada 6 meses.

En caso de que ocurra alguna anomalía en la zona, la Policía, que tiene una base de datos,  se pone en contacto con los cuidadores  para las investigaciones.

Hasta la mañana de ayer ya fueron censados 270 guardias informales de la ciudad.