Las graderías se llenan de fanáticos
Las mujeres futbolistas también entrenan con rigor
Zapatos desgastados y muy sucios. Todo ello de tanto jugar, de tanto correr, de tanto meter fuerte la pierna. Rodillas raspadas con heridas sin cicatrizar, el cabello a medio peinar y una hermosa cara ruborizada que se desvanece al marcar un gol. El griterío de las barras es fuerte, en una cancha del sur de la ciudad, mucho más cuando se hace una jugada que encanta.
Una de las chicas que ahí juega y entrena es Priscila Franco Rodríguez de 17 años de edad quien pertenece al Rocafuerte FC. Ella asegura que es duro convertirse en futbolista pero que la decisión puede más que cualquier observación.
Franco asegura que está en proceso de formación. Primero va a los entrenamientos y después al colegio. Muchas veces llega tarde pero los maestros la ayudan porque conocen de sus aspiraciones.
Ha viajado a algunas ciudades. Alguna vez visitó la Casa de la Selección. “Fue una gran experiencia estar en el sitio de concentración de los mejores futbolistas del país”. Asegura además que un partido de fútbol femenino ahora tiene muchos espectadores y que eso impulsa a que más chicas practiquen el deporte.
“Creo que hemos avanzado mucho y que con ese apoyo podemos ser más profesionales. (I)