Rocío Cabrera habitó, con sus cuatro hijos, cerca de un año y medio en Monte Sinaí,   hasta que perdió su casa por la fuerte lluvia  que cayó, entre el 2 y 3 de marzo pasado, en la urbe y que afectó a viviendas de los  sectores del noroeste.

Desde esa fecha ha conocido tres albergues activados por el Ministerio de Inclusión Económica y Social (MIES) para enfrentar la emergencia: las escuelas Remanente de Dios (Monte Sinaí), Néstor Campuzano (Paraíso de la Flor) y Fermín Vera (Flor de Bastión), en ese orden. “Había demasiadas personas por aula en Monte Sinaí y en la Campuzano y por eso me derivaron hasta la Fermín Vera”, comentó Cabrera, quien afirmó que llegó a compartir un salón con otras 9 familias en el primer albergue que habitó.

Las familias evacuadas de sus casas cumplieron un mes desde que llegaron a los albergues activados por el MIES y aún desconocen sobre alguna solución a su problema habitacional. Hasta el momento, 34 familias permanecen en los locales educativos: 12 en Flor de Bastión y 22 en Paraíso de la Flor.

Eduardo Metz, director provincial de la Secretaría Nacional de Gestión de Riesgos (SNGR), informó que hoy se mantendrá una reunión con delegados del Ministerio de Desarrollo Urbano y Vivienda (Miduvi) para definir la situación de las familias que aún permanecen en los albergues y aquellas que están en riesgo. “La información ya fue levantada y entregada, pero falta establecer la disponibilidad de viviendas y que los afectados hayan reunido los requisitos solicitados”, dijo Metz.

El funcionario afirmó que de acuerdo a un censo, realizado a finales de 2012 y principios del año en curso, se determinó que 302 familias de Nueva Prosperina se encuentran en estado de riesgo.

De ellas, 88 fueron atendidas por considerarlas que están en un rango alto de peligrosidad, debido a que las lluvias causan deslaves y el desbordamiento de canales naturales.

Los damnificados en los albergues están preocupados porque en sus hogares temporales, en los planteles Fermín Vera y Néstor Campuzano, en menos de diez días, comenzarán a arreglar las infraestructuras previo al inicio del período de clases correspondiente al régimen Costa.

Los establecimientos educativos  mencionados son los únicos albergues que permanecen activados y periódicamente reciben visitas de entidades estatales. La SNGR y las carteras de Vivienda, Salud (MSP) y Educación (ME) han realizado censos de la situación y  dado atención a los damnificados.

Linda Romero, de la Sergio Toral, tiene dudas sobre la información que ha recibido por parte del Miduvi para ser reubicada en uno de los planes habitacionales estatales.

Se basó en la serie de requisitos que se solicitan para determinar su nivel de necesidades. En los postes y muros de la escuela Fermín Vera se observan rótulos que describen la documentación que deben reunir. Se pide copia de cédula, certificado de votación, copia de partida de nacimiento de los hijos menores de 18 años o cédula de identidad si tuvieren.

Además, declaración juramentada, ante notario público, si está en unión libre o es madre soltera, y certificado en el Registrador de la Propiedad de que no posee ningún bien inmueble a nivel nacional. “Solo la declaración juramentada cuesta 70 dólares... ya son valores que escapan a nuestro alcance si con costos podemos colaborar en la preparación de alimentos en este lugar”, manifestó Romero.

Hasta la semana pasada, el MIES atendió a 422 familias, lo que representa un total de 1.637 personas que  recibieron raciones alimentarias, kits de dormir y de aseo.

Pese a que otras entidades públicas y privadas, también han apoyado en los albergues con la entrega de productos no perecibles (fideos, atún, granos y arroz), los damnificados, para variar la dieta, recogen entre $ 0,25 y $1 por familia para comprar pollo y carne.

Noemí Angulo, quien vive temporalmente en la escuela Néstor Campuzano con sus dos hijos, sugirió que el Gobierno subsidie los trámites para reunir los requisitos que solicita el Miduvi. “Si colaboramos para otros alimentos es porque en muchos casos los estómagos de los pequeños no resisten tanto grano y atún enlatado”, afirmó Angulo, quien exhortó al presidente Rafael Correa para que visite los albergues.

La SNGR y el Ministerio Coordinador de Desarrollo Social (MCDS), el mes pasado, realizaron un censo para establecer el nivel de riesgo en el que viven las familias albergadas provenientes de los sectores Monte Sinaí, Sergio Toral, Nueva Prosperina, la entrada de la 8, entre otros.

Las personas que habitan en un nivel de riesgo bajo retornaron a sus hogares, mientras que aquellas que se encuentran en los niveles medio y alto fueron  reubicadas en hogares acogientes o planes habitacionales.

En Nueva Prosperina, por ejemplo, 70 familias en situación de alto riesgo fueron reubicadas en casas del plan habitacional Socio Vivienda II.