Quienes habitan en el sector de la Isla Trinitaria, al sur de la ciudad, hace más de una década que soportan los estragos que genera el invierno.

Calles inundadas durante y luego de las lluvias. Luego vienen 3 o 4 días de fango, indica Dora Borbor. “Quienes vivimos en el sector nos enfrentamos a varios peligros durante y después de las lluvias.

Las calles se convierten en ríos y caer en una poza es un riesgo que siempre está latente. Además, el lodo genera que muchas personas pierdan el equilibrio. Parece algo sencillo, pero he visto cómo niños y mujeres han resbalado”.

Para María Vergara, de 48  años, durante un día de lluvia se vive un completo caos. “Los jóvenes del sector colaboran para destapar las alcantarillas, pero en realidad ese es un trabajo que corresponde cumplir a las autoridades”. (I)