Las bibliotecas demoran en renovar textos
Un olor particular se cuela en el ambiente de miles de libros que descansan en cientos de repisas. Esto es lo que se percibe al ingresar a una de las bibliotecas públicas de la ciudad, los sitios que guardan gran parte de la literatura en nuestro país desde hace varias décadas e incluso siglos.
Las más grandes de la ciudad son la Biblioteca Municipal, la de la Casa de la Cultura y la del Archivo Histórico del Guayas, que acumulan en total un aproximado de 800 mil textos, entre libros, documentos, revistas y publicaciones de diferentes género y temática.
Para algunas de ellas, la constante actualización forma parte fundamental de sus actividades, como es el caso de la Biblioteca Municipal, donde se realiza la adquisición trimestral de nuevos textos, de acuerdo a los requerimientos de los visitantes, para alimentar el fondo de aproximadamente 700 mil libros.
También reciben donaciones que se realizan de forma eventual. "Hay trimestres en los que no hay donaciones y trimestres en los que hay dos o más", sostiene su director, Melvin Hoyos.
Según explica, cuentan con un presupuesto que se destina para la compra e importación de nuevos textos. "De esa forma no se puede decir que aquí no hay material", explica.
Este caso difiere con el de la Biblioteca de la Casa de Cultura, cuyos textos, novelas y enciclopedias tienen años de antigüedad. Según el último inventario realizado, la Casa de la Cultura - Núcleo del Guayas, cuenta con cerca de 30 mil libros.
Su directora, Ruth Garaicoa, sostiene que la falta de presupuesto es un problema al momento de adquirir nuevos libros. Por eso, afirma que se sostienen principalmente de donativos y que el archivo bibliotecario, cuya existencia data desde el año 1957, se encuentra en renovación al momento.
Sin embargo, se hacen esfuerzos en otras áreas para fortalecer las actividades relacionadas con la lectura. Una de ellas es la implementación de salas infantiles, direccionadas especialmente a los más pequeños, para incentivar y afianzar esta práctica.
Rosa Pogo, directora del programa "Sueños de Papel", explica que el objetivo es ofrecer alternativas que despierten el deseo de leer en los niños e involucrar a los padres en este proceso. "El gusto y la afición por la lectura debe nacer desde muy pequeños y desde casa", asegura.
Lectura de cuentos, visitas a escuelas, talleres especiales y clubes de lectura son parte de las actividades que se realizan en la sala infantil, en diferentes horarios, especialmente los fines de semana.
Con este criterio, concuerda Alfredo García, director encargado del Archivo Histórico del Guayas y quien en días recientes implementó una sala lúdica, inspirado en su infancia. "Cuando era pequeño, en la ciudad habían estantes con diferentes historietas de Kaliman, el Santo y otros héroes... allí uno se sentaba a leer. Lo mismo hemos tratado de hacer acá, con diversos textos para niños".
Según explica, el nivel de visitas disminuye en épocas vacacionales y se incrementa durante los meses de abril a enero, a lo largo de los cuales mantienen convenios con colegios como la Academia Naval Guayaquil, Ismael Pérez Pazmiño, entre otros, y de esta forma fomentar la investigación.
García afirma que la Internet ha influido negativamente en este aspecto en jóvenes colegiales y universitarios. "Hay cosas como manuscritos y otros documentos, que no se pueden encontrar en Internet", considera.
Hoyos y García concuerdan con esto y sostienen que en la red se encuentra gran cantidad de datos, pero información no específica y muchas veces, no comprobada.
"El libro virtual nunca igualará al libro físico. Además es absolutamente imposible digitalizar todo lo escrito por el hombre", afirma Hoyos, con énfasis.
Para estar de la mano con la tecnología, el Archivo Histórico del Guayas ha emprendido proyectos como la digitalización de documentos antiguos como manuscritos, y de fotografias antiguas, para ser expuestas en internet.
La biblioteca del Archivo Histórico, con más de 60 mil títulos y casi 40 años de existencia, cuenta con libros de carácter histórico y manuscritos de épocas antiguas.
Su director asegura que su fondo se mantiene en crecimiento, pues reciben donativos y realizan intercambios con diferentes autores.
Sin embargo, este año no cuentan con un presupuesto para actualizar textos, otorgado por el Ministerio de Cultura, que ahora regenta esta institución.
De acuerdo con el subsecretario de Cultura, Luis Silva, el presupuesto existe pero aún no se despacha el monto asignado.
Compra de mayor cantidad de textos, implementación de monitores para búsquedas, actualización de bases de datos y una modernización general, son parte de las acciones que se podrían realizar con un mayor presupuesto, reconoce el encargado del archivo.
García coincide en que se debe captar al público lector desde las edades infantiles para que se mantengan interesados en la actividad como parte de la rutina diaria y no únicamente como una exigencia académica.
Para Melvin Hoyos la concurrencia a las bibliotecas en la ciudad ha disminuido en los últimos años 6 años de forma paulatina, aproximadamente en un 30% . "De cada 10 personas que asistían a hacer consultas, ahora vienen 6", sostiene.
Por esta razón y para captar una mayor cantidad de visitantes a este centro cultural, la Biblioteca Municipal de Guayaquil implementó el servicio de Internet inalámbrico denominado Wireless en todas sus instalaciones.
Según el director de la Biblioteca Municipal del cantón, así se complementa la búsqueda en línea con la investigación que se debe realizar en los libros.