Un artesano es el encargado de construir los personajes que hoy desfilarán en las gabarras
La historia de la ciudad se recrea con papel en el sector sur
Sobre 5 gabarras estará plasmada la historia de Guayaquil. Cada una llevará grandes íconos como Juan Pueblo, Guayas y Quil, los barcos piratas y clásicos monumentos de la ciudad. Así como una reseña hecha con monigotes de la vida montubia y la época cacaotera del puerto.
Uno de esos grandes gestores que permanecen en el anonimato es Cristian Bravo Cruz, de 38 años. Él es parte de la quinta generación de una familia de artistas. Se inició en este oficio cuando tenía 8 años. Con mucha destreza aprendió a transformar del papel y los cartones en enormes monigotes.
Primero los asumió como un pasatiempo. Ayudaba a su abuelo y a su padre. Cortaba el papel a la medida que le pedían y hasta llegó a preparar el almidón. Así adquirió la destreza para armar los monigotes. Con el pasar de los años y la práctica decidió instalar su taller en 4 de Noviembre y la Séptima, sur de Guayaquil.
En dicho local ha realizado trabajos para la Alcaldía de Atuntaqui. Hizo 2 monigotes de 10 metros cada uno. Desde hace más de 12 años trabaja para la Municipalidad de Guayaquil reconstruyendo la historia de Guayaquil con imágenes que luego son montadas en grandes gabarras que navegan por el río Guayas.
También ha trabajado para los Cabildos de Machala, Portoviejo, Quito y Santa Elena. Pero el oficio tiene mayores réditos, en noviembre y diciembre, cuando fabrica monigotes de años viejos.
“Trabajo tengo durante todo el año, porque muchos colegios también requieren monigotes para sus Juegos Olímpicos o fiestas de la ciudad. Eso sin contar con los centros comerciales o las casas del terror. Nunca pensé hacer tantos trabajos hasta llegar a perder la cuenta. Tengo temporadas en las que laboro noche y día. Los monigotes son mi segunda familia”.
Para Bravo su mejor carta de presentación es el trabajo que realiza, y por este hasta trasnocha.
Las gabarras en el río
Cada una de ellas tiene cerca de 30 metros de largo y sus adornos miden entre 27 metros de largo, 6 de ancho y 7 de altura. 12 trabajadores apoyan a Bravo en las decoraciones. La actividad que arrancó la tercera semana de junio debe concluir 2 días antes del desfile, que está programado para hoy a las 10:00.
La flota partirá desde el Palacio de Cristal hasta el Puerto Santa; Esta actividad náutica lleva por nombre “Río Guayas, Mi Destino y está organizada por la Empresa Pública de Turismo, dirigida por Gloria Gallardo y Geraldine Weber.
La pasión por el arte que lleva en las venas Cristian Bravo le ha permitido hacer grandes creaciones, una de ellas es un mamut que exhibe en la Universidad de Santa Elena.
Algunos monigotes de la edad media se los está presentado en la Aventura Medieval, en los Jardines del Malecón 2000, desde el 7 de julio hasta el 28 de agosto. “Me siento orgulloso de todos mis trabajos, cada día aprendo más y perfecciono mis obras para darles un buen acabado y así mis clientes se sientan felices, plasmo sus ideas en los monigotes”.
La pasión por su oficio hace que este maestro artesano y emprendedor produzca estas alegorías que dan vida a lo que está en su imaginación y así se gana el dinero que sustenta su familia.
Carlos Jácome es un admirador del trabajo que realiza Bravo.
Asegura que en cada uno de los personajes que elabora aplica mucha precisión. “Un cliente lo único que hace es mostrarle la imagen. Él se encarga de moldear el monigote, de crear las líneas perfectas. Creo que es un artesano muy hábil. Por eso tiene trabajo todo el año”, acota. (I)