Los vecinos de la urbanización Las Cumbres, ubicada en el norte de Guayaquil, ayer quedaron parcialmente tranquilos ante la suspensión temporal de la demolición de su garita de control.  

Las cuadrillas de trabajadores del Municipio porteño no llegaron para derribar la caseta de concreto.

Según una boleta de notificación, enviada en días pasados por la Comisaría Octava Municipal de Construcciones, el punto de control iba a ser eliminado porque dificulta la visibilidad de los automotores que ingresan o salen de la avenida Leopoldo Carrera Calvo.

Por ese motivo, un grupo de moradores acudió el jueves hasta el Cabildo para manifestar el malestar de las 450 familias residentes. En esa cita el alcalde Jaime Nebot, quien los recibió, ordenó la suspensión de la medida.

Katherine Ávila, administradora del lugar, indicó que en los próximos días habrá una reunión de los moradores con representantes de la Autoridad de Tránsito Municipal (ATM) para  buscar una solución al problema. “Hemos solicitado un estudio técnico”, adelantó.

El vecino Mauricio Galarza informó que también tienen que llevar una propuesta para evitar el derribamiento. “Aquí hay congestionamiento a ciertas horas porque pasan carros de ciudadelas vecinas y que emplean estas calles para cortar camino. El problema no es la garita”, comentó Galarza.

La notificación de la Comisaría Octava Municipal indica que el espacio de vigilancia debe estar 150 metros al interior de la vía. La vecina Pilar Cevallos rechaza esa opción, pues su vivienda es una de las que quedaría fuera de la cerca. “Toda la entrada principal no tendría guardianía y lo mejor de aquí es que hay seguridad”.

Precisamente, Nebot aprobó en 2004 la ubicación de la zona de control en el sitio donde hoy está la estación. (I)