Los centros y subcentros de salud pública en Guayaquil evidencian un  incremento en  el número de pacientes que atienden diariamente.

La razón, según funcionarios consultados, es  la llegada de la  temporada invernal: las aguas estancadas y el cambio de clima originan dolencias. 

Las complicaciones respiratorias, como la gripe y el asma,  además  de dolencias gastrointestinales, son las enfermedades que más se presentan.

Pero no todos los consultorios registran la misma  demanda de asistencia por parte de los pacientes. 
En  un recorrido realizado por este diario, se constató que el índice de incremento de consultas en estos sitios es mayor en aquellos ubicados en los sitios periféricos de la ciudad.

Mientras que dentro de zonas urbanas,  el incremento de atención oscila entre el 10% y 15%; en lugares periféricos, como isla Trinitaria y Mapasingue, la cifra varía de 30% al 40%.

La queja más frecuente de los usuarios que concurren a  los diversos consultorios del Ministerio de Salud Pública (MSP) tiene relación con el  tiempo de atención.

Mery Arévalo, residente del sur de la urbe, quien acudió al Centro de Salud Nº 3 (Jefatura de Área), en Francisco Segura y Quito, halló una gran diferencia entre el servicio recibido allí y el del subcentro de la ciudadela Guangala.
“Mi nieta ha recibido aquí (centro Nº 3)   sus vacunas rápidamente, pero allá (en la Guangala) esperé dos horas solo para que me  digan que no la podían atender”.

Edith Hernández, habitante de Las Acacias, coincidió con la versión   anterior acerca  del  buen servicio de la Jefatura de Área. Acudió allá debido a unos  dolores abdominales, originados por una aparente complicación con su menstruación, y fue asistida de inmediato. “Solo debo regresar en dos días para realizarme una ecografía”. 

En el centro materno-infantil de la ciudadela Martha de Roldós, Juana Hidalgo se retiró indignada por la lentitud con la que avanzan los turnos.  “Desde las 08:00 estoy aquí  para que me   revisen el  vientre, pero  ya son las 10:00 y no me atienden”, dijo la mujer antes de partir en  busca de otra alternativa.

No obstante, existen  centros, como el de la  Trinitaria, que incrementaron sus pacientes de   200  a casi 270, pero que realizan sus  consultas de  forma rápida.

Los jefes de área consultados coinciden en que la humedad y la acumulación de aguas son factores que inciden en el aumento de personas con problemas de salud.

Rocío Ruiz, directora del área 3, comentó que las especialidades más solicitadas son pediatría, obstetricia y medicina general. Para ella, el aumento de usuarios es normal durante esta temporada, pero “la jornada de ocho horas diarias ayuda en la agilidad del servicio”.

En los centros y subcentros de salud también se realizan charlas, mingas y visitas  puerta a puerta, para mitigar los impactos de enfermedades que se presentan en época invernal.

Sin embargo, dado el incremento de la demanda, esto no resulta suficiente. José San Miguel, jefe del área 2, indicó que el esfuerzo por mitigar esta situación debe ser más integral.

“Si vemos que parte del problema radica en las fallas del alcantarillado, pavimentación y recolección de basura, entonces la búsqueda de la solución debe ser más conjunta”.

Precisamente, en los alrededores del centro de salud de Trinitaria, se puede observar que en varias peatonales el agua de lluvia se acumula y esto dificulta, incluso, el acceso de los moradores a la unidad del MSP.

El problema es mayor para los barrios como Nigeria, donde la falta de pavimento genera la formación de pequeños pozos donde el agua  nunca desfoga.

Mientras que en el cerro de Mapasingue, la humedad que se acumula en las paredes de construcciones mixtas  constituye un factor propicio para  el aumento de enfermedades gripales y dérmicas.

En sectores más apartados de la ciudad, como Balerio Estacio, Sergio Toral; o en aquellos ubicados a orillas de esteros, como Mogollón y del Muerto, los problemas gastrointestinales se presentan con mayor incidencia por el hacinamiento de basura.