La aerovía se abre paso entre los escombros de un bien patrimonial
Era 1929 y Guayaquil comenzaba a fomentar, a través de la gestión municipal, la natación con una piscina de 90 m de largo, ubicada en malecón Simón Bolívar y Loja.
La obra estuvo a cargo de la compañía Fénix -empresa que levantó edificios emblemáticos como el Instituto Guayaquil- y despertó el interés de jóvenes que, hasta ese momento, solo contaban con el estero Salado y el río Guayas para nadar.
Fue para mediados de la década de 1935, según relata el historiador José Antonio Gómez Iturralde en su libro Crónicas, relatos y estampas de Guayaquil (2008), que aparecieron figuras de la natación como Luis Alcívar Elizalde, Ricardo Planas Villegas, Carlos Luis y Abel Gilbert Vásconez -conocidos como ‘Los 4 mosqueteros’- para practicar en el mencionado espacio deportivo.
Dada su relevancia histórica, el Ministerio de Cultura declaró a la piscina -actualmente dentro de los predios de la Espol, en Las Peñas-como bien patrimonial mediante acuerdo ministerial 234, firmado el 26 de octubre de 2011, e incluyó a otros inmuebles del centro de la zona urbana.
Pese a ello, el emblemático sitio -abandonado hace aproximadamente tres décadas, según la Alcaldía- hoy luce reducido a escombros debido a que en el lugar se construirá una estación para el sistema aerovía, desarrollado por la Autoridad de Tránsito Municipal (ATM).
Las razones para pasar por alto la historia de la propiedad demolida son desconocidas para la coordinación zonal 5 del Instituto Nacional de Patrimonio (INPC) que envió un equipo técnico para hablar con la contratista responsable, la mañana del miércoles anterior.
Sin embargo, no se facilitó información al respecto, afirmó Luis Mueckay, coordinador zonal 5 del INPC, quien dispuso una inspección.
El funcionario puntualizó que el Cabildo es quien tiene la competencia sobre el cuidado de los bienes patrimoniales desde 2015. El perímetro de la obra está totalmente cercado.
Un equipo de EL TELÉGRAFO acudió al sitio pero no hubo quien contestara al tocar la única puerta de ingreso.
Mueckay acotó que la función actual del INPC en la ciudad es la de asesoría técnica sobre el cuidado de este tipo de inmuebles. En ese sentido, “no hemos recibido informe alguno”.
La única instancia que puede llamar la atención a la Alcaldía y suspender los trabajos, de ser el caso, es el Ministerio de Cultura y Patrimonio, pero para ello se requiere un informe técnico de lo que ocurre dentro de los predios de la Espol.
Al ser consultado sobre si en algún momento se consideró rescatar el sitio, antes de que pasara a competencia municipal, Mueckay dijo que no porque el INPC no tiene injerencia sobre bienes privados. “Es un bien que le pertenece a la Espol y la Espol es quien debe responder”.
El vocero de la Alcaldía, Jorge Rodríguez, confirmó que la propiedad fue entregada en comodato a la Escuela Politécnica. Sin embargo, según registros del Municipio, “no se trata de un bien patrimonial”.
Indicó que Andrés Roche, titular de la ATM, aseguró que los trabajos cuentan con las autorizaciones respectivas. “Entiendo que debe ser con la autoridad que se encarga de regular el tema de patrimonio, en Quito”, sostuvo el funcionario Municipal. (I)
Reacciones
Denuncia ante Ministerio
El Observatorio Patrimonial de Guayaquil colocó una denuncia, el pasado martes, ante la Subsecretaría de Patrimonio y Cultural del Ministerio de Cultura con el objetivo de detener los trabajos.
2 semanas tomará la demolición de la piscina donde será la estación de la aerovía.
Críticas en redes sociales
Páginas en Facebook como Memoria Histórica de Guayaquil critican que la pileta fuera destruida.