El objetivo planteado no es fácil. Controlar las invasiones de tierra en Guayaquil es una tarea titánica. La ciudad crece hacia tres puntos cardinales sostenida en los asentamientos irregulares.

Por ahora, entidades de control, comandadas por la Gobernación del Guayas y apoyadas por la Policía Nacional, Secretaría Técnica de Control de Asentamientos Irregulares, y departamentos municipales como Justicia y Vigilancia se reunirán todos los martes para evaluar el progreso en el control de las invasiones.

El gobernador Pedro Duart reconoce que la problemática de la toma ilegal de tierras es histórica y que solucionar el tema no es asunto de una sola institución o de una acción aislada. Requiere coordinación interinstitucional.

Por ejemplo, solo en la zona de Monte Sinaí, en el noroeste de la ciudad, hay más de 900 construcciones ilegales en dos lotes conocidos como Las Camilas y Valle Hermoso.

Al mismo tiempo se abrieron otros frentes en el cantón. En la parroquia Posorja, donde ya se neutralizó una invasión y se puso tras las rejas a dos supuestos traficantes de tierra, el peligro sigue latente.

Lo mismo ocurre en el kilómetro 19 de la vía a la Costa, donde la Universidad Salesiana denunció una invasión que también fue controlada.

Muy cerca de ahí, en la comuna de Casas Viejas, también están siendo invadidos lotes privados y del Banco Central.

Ayer, durante la primera reunión de la mesa interinstitucional de trabajo para controlar las invasiones,  Evelyn Montalván, secretaria técnica de la Secretaría de Control de Asentamientos Irregulares, detalló los sitios de la provincia donde están los problemas más graves de invasión y fraccionamiento de tierras.

Montalván se refirió específicamente a Monte Sinaí, donde pese a que hace unos cuatro años se inició la legalización de lotes, la apropiación irregular de tierras se mantiene.  

Guayaquil, sin embargo, no es el único cantón con problemas de invasiones de tierras.  También están Durán, Yaguachi y Milagro.

En Durán, destacó Evelyn Montalván, hay dos sectores de invasiones. Aunque uno de ellos -el más antiguo- está ya siendo regularizado. En ese sitio solamente se ordenaron los lotes.

En el cantón Yaguachi, ubicado a menos de una hora de Guayaquil, se logró desalojar 100 covachas, las cuales no estaban habitadas. Pero aún sigue abierto otro frente.

Igualmente, en Milagro los funcionarios gubernamentales trabajan en la neutralización de un sector invadido.

Asimismo, en el norte de la provincia, en el cantón Balzar, la Secretaría de Control de Asentamientos irregulares trabaja en el ordenamiento de una toma irregular de tierras.

En este último caso, el alcalde de ese cantón, Octavio Zambrano, ha ofrecido vender lotes en tierras municipales a los que les proveerá de todos los servicios básicos.

El coronel Ángel Zapata, jefe de la subzona Guayas, explicó que el proceso de desalojo se realiza previo a un diálogo de aproximadamente dos días. En ese lapso se les pide que abandonen el sitio, se les explica sus derechos y también las consecuencias en caso de insistir en la irregularidad. Hasta el momento hay 22 personas procesadas judicialmente, por supuesto tráfico de tierras.

Ayer también un grupo de moradores de la ciudadela Samanes 1 denunció la supuesta invasión de un parque que es considerado reserva ecológica.

Manuel (nombre protegido por temor a represalias), uno de los más antiguos moradores del lugar, reprochó que tres familias del lugar se estén apoderando del parque.

“La semana pasada realizamos una protesta, pero las autoridades no se pronuncian”, se quejó.

Efectivamente, el parque está cercado en lotes con palets y de los árboles cuelgan letreros que afirman ser espacios privados con supuestos números de catastros. (I)