El cabildo consideró superada la confusión con el ministerio de educación en torno a la marcha
Guayaquil vibra con un desfile de 2.500 jóvenes (Galería)
El puerto principal recordó ayer 194 años de independencia, con desfiles estudiantiles y artísticos que se desarrollaron por las principales avenidas.
A las 07:00, 6 carros alegóricos partieron desde la avenida Las Esclusas, en el sur de Guayaquil, para intervenir en el evento.
Los vehículos, que circularon por la avenida 25 de Julio, fueron adornados con elementos representativos de la ciudad.
El primero de los automotores simbolizó la gesta libertaria del 9 de Octubre de 1820. Los otros destacaron la belleza de la mujer guayaquileña, los bailes nacionales y extranjeros, la naturaleza nativa, el Buque Escuela Guayas y al cantante Julio Jaramillo.
Mientras tanto, estudiantes de varios colegios fiscales y particulares se agruparon, desde las 08:00, en la intersección de las calles Quito y Cuenca para participar de la marcha denominada ‘Guayaquil Independiente es mi Destino’, organizada por el Municipio.
El clima parcialmente nublado, en las primeras horas de la mañana, no sofocó a la mayoría de los asistentes que se ubicó a lo largo de la avenida Quito. Gran cantidad de las personas que se sentaron en las veredas estaban pendientes de la participación de hijos, sobrinos y nietos. Gabriel Iturralde, por ejemplo, tiene un familiar que estudia en la Academia Naval Almirante Illingworth (ANAI). Él se ubicó frente al primer bloque para tomar la mejor foto del joven.
Para el ciudadano, hasta ese momento de la mañana, era escasa la concurrencia de estudiantes. “En las fiestas de julio hubo por lo menos dos cuadras llenas de alumnos a las 08:30”, indicó.
Poco a poco la concurrencia aumentaba y los grupos tomaban sus posiciones. En primer lugar se ubicó la banda municipal y detrás de esta, la directora de Turismo del Cabildo, Gloria Gallardo, ataviada con un traje típico de color blanco, ocupó un sitio acompañada de alumnos de la ANAI.
A las 09:00, hora programada por el Cabildo para el inicio del recorrido, los carros alegóricos y los jóvenes que llegaron hasta ese momento apenas ocupaban una cuadra, entre las calles Gómez Rendón y Cuenca.
Casi al mismo tiempo, personas disfrazadas de ranas que, a su vez, lucían guayabera y vestidos, también se dirigían al final de los grupos estudiantiles para promocionar una conocida cadena de farmacias local. A más de uno llamó la atención un anfibio gigante inflable que este grupo llevó. Su presencia recordó a los elementos decorativos presentes en el desfile anual del Día de Acción de Gracias, en Nueva York.
Varios colegios, como el San José La Salle y Liceo Buque del Pacífico, ocupaban las intersecciones de la av. Quito hasta que les tocara el turno para incorporarse al recorrido.
Hillary Ballesteros, de 13 años, alumna del colegio Rita Lecumberri, quien toca el redoblante, destacó la importancia de participar en este acto cívico. “Considero que somos los jóvenes los responsables de mantener vigente esta tradición que engalana a Guayaquil en sus fiestas de independencia”.
Otra chica entusiasta de participar fue Melani Iguasnia, de 15 años. Ella y sus compañeras, previo a su presentación, ensayaron la coreografía. “Siempre tuve el deseo de ser bastonera y mis padres me apoyaron.
Lo más bonito es que la gente al venir a vernos valora nuestro esfuerzo y apoya el talento que tenemos”. Las madres también mostraban en sus rostros el orgullo de observar a sus hijos desfilar. Johanna Naranjo esperaba sentada en la vereda que Andrés, de 8 años, quien por primera vez intervenía en esta actividad, que apareciera entre los alumnos de la escuela particular Independencia Ecuatoriana.
Sin embargo, no todos los asistentes estaban contentos con la organización del desfile. Gabriel Paredes, padre de familia del colegio, se mostró enojado por la confusión que se generó horas antes del evento.
Durante la semana circuló entre los rectores de los planteles un correo electrónico que, supuestamente, prohibía la participación de los estudiantes por disposición del Ministerio de Educación, lo cual fue desmentido el miércoles pasado por la cartera de Estado.
Paredes cuestionó que no haya existido coordinación entre las autoridades locales y gubernamentales. “Se nota que muchos no asistieron”, manifestó.
Otros, en cambio, criticaron que se haya dispuesto que las cachiporreras no podían desfilar con faldas cortas, sino con los uniformes normales. Algunas estudiantes no pudieron estar en el recorrido porque no contaban con la vestimenta ordenada, según docentes consultados, por la cartera de Estado.
Aproximadamente a las 09:10, con el Himno al 9 de Octubre, tocado por la banda municipal, inició el desfile.
Para la directora de Turismo del Cabildo, aproximadamente 2.500 jóvenes participaron del evento. Gallardo prefirió no referirse a la confusión que se generó con el Ministerio de Educación y la consideró “tema superado”.
Los comerciantes también aprovecharon esta fecha festiva para ofrecer sus productos. Lo que más se ofertaba eran alimentos, agua y juguetes para los niños. Luis Chacón, morador de Las Orquídeas, sobresalía entre los demás, porque iba cargado de pelotas, rompecabezas y libros para pintar. Todo por el precio de un dólar.
La mayoría de los estudiantes coincidió que era un honor rendir de esta manera un homenaje a su ciudad.
El desfile concluyó aproximadamente a las 11:00 en la calle 1° de Mayo. Algunos de los planteles también participaron en el desfile que estaba programado para las 15:00 de ayer.