La mayor parte del día, el tráfico vehicular de la vía a la Costa, desde el km 3 (avenida del Bombero) hasta el km 28 (ingreso a Chongón), en Guayaquil, permanece en el argot de los agentes de tránsito, en “horas valle”.

Es decir, que el flujo vehicular es poco y bastante rápido. Sin embargo, hay dos momentos del día en los que tratar de salir hacia las avenidas del Bombero, Rodríguez Bonín y la vía Perimetral, pone a prueba la paciencia de los conductores.

De 06:30 a 08:00 y de 19:00 a 20:00 son los lapsos en los que residentes de las urbanizaciones privadas salen de sus casas y regresan desde sus lugares de trabajo.

Para Martha Cárdenas, quien sale de la urbanización Arcadia con dirección hacia la Av. del Bombero, de poco sirvió que la Autoridad de Tránsito Municipal (ATM) trasladara el tránsito de los buses urbanos de las líneas 61 y 140 hacia el carril de servicio.

“Igual tienen que salir de alguna forma hacia la Rodríguez Bonín, por esa calle angosta donde terminamos todos: residentes, buses... Hasta tanqueros de combustible”, relata Cárdenas.

Para Marcos Zambrano, de Terranostra, el tramo del km 7,5 (Puerto Azul) ha llegado al límite para el cual fue diseñado.

Al tráfico habitual, el ciudadano supone que también se suma quienes trabajan en el puerto de Posorja “yendo y viniendo todos los días ya que Playas no se ocupa habitacionalmente en toda su capacidad”.

Mientras que Jairo Chávez, de la urbanización Portofino, cuestiona que la ATM no considerara también el transporte interprovincial y escolar que a diario utiliza el mismo espacio que los residentes.

“Eso sin contar con la presencia de taxis que estacionan esperando a quienes  se bajan de los buses interprovinciales”, manifiesta Chávez.

El Departamento de Comunicación de la ATM recordó que el Ministerio de Transporte y Obras Públicas tiene la competencia de la vía. Sin embargo, en estos días presentarán propuestas para aliviar el flujo vehicular de la zona. (I)