Guayaquil también celebra la beatificación de Juan Pablo II
“Espero que ningún emelecista se fastidie porque le pidamos al Papa Juan Pablo II que le dé una manito a Barcelona”, dijo el arzobispo Antonio Arregui. Con estas palabras cerró la misa campal por la beatificación de Juan Pablo II.
A la eucaristía acudieron más de 40.000 personas. Aunque nadie se colgó de las rejas, como en las populares contiendas de fútbol, solo las suites lucían vacías.
Grupos pastorales de la Isla Trinitaria, el Guasmo, Pascuales y Durán asistieron portando carteles alusivos a la celebración.
Un hombre que no había pisado el estadio antes para una celebración litúrgica, estaba rezando. Se trataba de Héctor Correa. Acudió con toda su familia. No recordaba mucha información sobre Juan Pablo II: “Soy católico, por eso vengo”, dijo, mientras contenía a su hija que intentaba saltar sobre las barandas.
Al acto asistió el alcalde Jaime Nebot. Desde el púlpito improvisado en tarima, Arregui vestido de blanco impecable, habló sobre una de las beatificaciones más aceleradas dentro de la historia moderna de la Iglesia Católica.
Marcó dos etapas en la vida del famoso Papa. La primera presenta un Karol Wojtyla “sumamente mediático”, dijo. La segunda, su enfermedad de Parkinson. La misma de la que según la Iglesia Católica se curó Marie Simon-Pierre. Milagro que motivó su beatificación y la concentración de ayer. Arregui pidió por los empleados y subempleados.
Durante seis minutos su discurso no se escuchó en todo el estadio por fallas en el sistema de audio.
Los católicos presentes vistieron camisetas rojas y blancas con el rostro de Juan Pablo II. Algunas llevaban impreso el logo del Banco Pichincha. Otras portaban imágenes como cruces.
Mientras se desarrollaba la misa, el calor iba atormentando a los presentes. Con una temperatura de 28 grados y tal concentración de personas, cinco ciudadanos tuvieron que ser atendidos por miembros del Cuerpo de Bomberos de Guayaquil.
Integrantes de la Policía Metropolitana se apostaron en la entrada.
La Policía Nacional precauteló la seguridad de los presentes. 180 oficiales participaron en el operativo.
Al finalizar la misa, la CTE dispuso el cierre de la vía, desde el Puente de la 17 hasta el área de la Policía Judicial. Creyentes de la parroquia San Jerónimo, en la isla Trinitaria, al igual que más de 40 grupos, esperaban en los exteriores del estadio los cuatro buses que contrató la iglesia.
Dios como director de masas
En la Cruz del Papa, parque La Carolina, los católicos celebraron ayer una misa. El lugar donde se reunieron sacerdotes, seminaristas y estudiantes fue visitado en 1985 por el Papa Juan Pablo II. 26 años después, se ofrece la liturgia en su nombre.
Pese al fuerte sol que caía sobre la capital, las familias se concentraron desde antes de las 12:00 para participar de la Eucaristía que fue presidida por el arzobispo Fausto Gabriel Trávez Trávez.El sacerdote contó sus anécdotas con el Papa.
Sostuvo que como parte de su agenda en el Ecuador, el Papa, mantuvo encuentros con políticos ecuatorianos, a quienes les indicó que “Dios era el principal director de las masas”.“El primer paso para llegar a la santidad es ser beato y eso es difícil; hay que demostrar una vida heroica y los milagros”, explicó.