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El Telégrafo
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Familias de zonas protegidas festejarán julio en casa nueva

Familias de zonas protegidas festejarán julio en casa nueva
14 de julio de 2012 - 00:00

Diego Pilay es un joven que nació en El Empalme hace más de dos décadas. De la infancia en su ciudad natal tiene muy pocos recuerdos, pues su familia se trasladó a Guayaquil cuando tenía cinco años de edad.

Desde entonces, Pilay vivió en el sur de la urbe porteña, en el Guasmo, hasta hace dos años, cuando decidió probar suerte con una vivienda propia en la cooperativa Sergio Toral para vivir con su madre.

A fines de 2010 el joven tenía pocos meses de residir en ese sector del noroeste de la ciudad y “una inquietud” le llegó a través de sus vecinos: el Gobierno emprendió una campaña para erradicar el tráfico de tierras en Monte Sinaí y otros asentamientos ilegales, como Sergio Toral. “Me preocupé como no tiene idea, pensé que me iba quedar sin casa, que nos desalojarían... ¿a dónde me iría con mi madre?”.

El empalmeño siente que actualmente la incertidumbre de hace año y medio poco a poco desaparece. Dentro de unos días se convertirá en uno de los moradores del proyecto habitacional Ciudad Victoria, que emprendió el Estado para reubicar a las familias de estos sectores.

El Ministerio de Desarrollo Urbano y Vivienda (Miduvi) tiene previsto entregar para el siguiente fin de semana las llaves a los nuevos propietarios de las casas en Ciudad Victoria y la nueva etapa de Socio Vivienda.

Guillermo Chacón, coordinador zonal del Miduvi, informó que hasta agosto de este año está planeado entregar 420 viviendas para las familias que se asentaron en la zona protegida del noroeste (Monte Sinaí). “Se hará un acompañamiento antes, durante y después de la reubicación en las casas que están valoradas en doce mil dólares”, comentó Chacón.

Para facilitar el acceso, el Gobierno entregó un bono de vivienda de $ 5 mil a estas familias y los $ 7 mil restantes serán financiados mediante un crédito otorgado por la Mutualista Pichincha, una de las entidades que participa en el otorgamiento de estos préstamos, dentro de los planes habitacionales del Estado.

Decenas de personas que aplicaron para vivir en Ciudad Victoria acudieron ayer al edificio del Gobierno Zonal para ser capacitadas sobre los créditos de la entidad financiera.

En el tercer piso de la institución estatal, Pablo Valencia, director del proyecto “Bien-estar”, de la mutualista, explicó las razones por las que se otorgará el crédito, previa apertura de una cuenta de ahorro. “La gente de escasos recursos es la mejor pagadora porque busca proteger más el voto de confianza depositado en el crédito otorgado”, dijo Valencia.

Jaime Bedoya y su esposa Vanessa Alvarado, ambos de la cooperativa Ciudad de Dios, escucharon con atención la capacitación facilitada por la entidad bancaria.

La pareja concordó con el concepto de confianza manifestado por Valencia. “No muchos bancos piensan así”, afirmó Bedoya, quien llegó a la ciudad dejando sus estudios en Jipijapa, a los 15 años, para empezar a trabajar en un restaurante.

Por su parte, Alvarado es de Quevedo y vino a la urbe porteña hace 8 años, por las mismas razones que su cónyuge: trabajar, aunque al poco tiempo de llegar formó una familia con Bedoya.

La primera opción que se les presentó fueron las invasiones, a las que accedieron a través de unos conocidos que los pusieron en contacto con los dirigentes de estas zonas... a quienes no ven desde hace año y medio.

El lugar que actualmente habitan, construido por Hogar de Cristo, está empezando a deteriorarse. “No he podido repararla porque está prohibido el comercio de materiales de construcción en el lugar”, comentó Bedoya.

La joven pareja no reniega de la seguridad de donde residen actualmente, un lugar que describen como solitario y donde las pocas familias que forman el vecindario son solidarias entre sí.

Sin embargo, están ansiosos por estrenar su casa en Ciudad Victoria. “Vamos a festejar julio con casa y todos los servicios básicos”.

Precisamente la falta de servicios, como luz, agua, teléfono y alcantarillado es el mal que aqueja a más de 3 mil familias censadas en el sector de Monte Sinaí.

Fanny Ligua, guayaquileña de nacimiento, ha vivido en Paraíso de la Flor y Ciudad de Dios. En ambos casos conoce de cerca lo que es vivir sin servicios básicos.

Poco antes de salir de Paraíso de la Flor, hace 5 años, Ligua conoció que una de las últimas gestiones del vecindario fue la dotación de alumbrado público. “Pero el agua potable y alcantarillado solo los conocimos en la televisión y periódicos”.

“Tengo dos hermanas que hasta ahora viven allá y me cuentan que están instalando tuberías. Imagino que el servicio llegará, pero mucho tiempo ha tenido que transcurrir”.

Cuando la joven llegó a Ciudad de Dios, era estudiante de colegio y tardaba una hora y media para llegar hasta su plantel. “Desde que el Gobierno arregla las calles ahora me demoro, como máximo, solo una hora para llegar al centro”.

El Miduvi prevé realizar la inauguración de las nuevas casas de Ciudad Victoria para la última semana de julio de este año.

La Coordinación Zonal de la cartera de Estado informó que hasta el momento se han invertido cerca de $ 3 millones en la adecuación de las viviendas. También se tiene proyectado entregar casas con costos de entre $ 15 mil y $ 20 mil.

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