Con apoyo de la empresa privada, los moradores del sector de San Francisco, en el noroeste de Guayaquil, se convirtieron en emprendedores. También muchos lograron transformar sus vidas y ser líderes de la comunidad.

Cervecería Nacional (CN), empresa privada que tiene sus instalaciones cerca de la cooperativa San Francisco, hace 18 meses decidió ingresar con su proyecto de desarrollo sostenible ‘Pascuales Prospera’. En 2014 hicieron un diagnóstico integral que reveló necesidades económicas, sociales y de servicios básicos (alcantarillado, agua potable y vías de acceso).

Lissette Merchán, analista de desarrollo sostenible de asuntos corporativos de CN, señaló que con ese enfoque la empresa diseñó un trabajó conjunto para sacar adelante a la comunidad de San Francisco.

La empresa formó líderes comunitarios en charlas sobre mejoramiento de autoestima, emprendimiento, solución de conflictos, cómo trabajar con la comunidad, uso del tiempo, entre otros temas, quienes a su vez replicaron esos conocimientos a sus vecinos.

El proyecto ‘Pascuales Prospera’, que se desarrolla en 3 comunidades del sector de San Francisco, capacitó hasta el momento a 104 personas. De ellas 15 han sido seleccionadas para convertirse en líderes comunitarios que van a enseñar a sus vecinos lo que han aprendido. Se han beneficiado 400 familias.

Merchán señaló que la comunidad de San Francisco gestionó su primera feria de emprendimiento con instituciones públicas y privadas donde cada uno de ellos mostró sus productos y servicios.

Bisutería, manualidades en fomix, alimentos, ropa, objetos en madera, productos naturales y demás artículos se expusieron en la Feria de Desarrollo Comunitario ‘Pascuales Prospera’.

Alexandra Bajaña, quien vive en la cooperativa San Francisco 2,  expuso varias artesanías en fomix. “Este evento fue importante porque nos da la oportunidad de hacernos conocer, ya que pese a tener nuestros emprendimientos, mucha gente no sabe de nosotros ni de nuestros productos”.

En su espacio, Bajaña expuso y comercializó pancartas, afiches, recuerdos y otras manualidades en fomix y reciclado.

Hoy Bajaña tiene su pequeño emprendimiento en su hogar, aunque su meta es poner su propio local para exponer y vender ahí sus creaciones, cuyos precios son asequibles para el usuario. “Para que una comunidad sea próspera, deben haber líderes comunitarios prósperos (...) Esto también lo replicamos en la zona de influencia de nuestra planta en Quito, allá tenemos identificados 50 líderes comunitarios”, indicó Juan Andrés Amador, gerente de Desarrollo Sostenible de Cervecería.

Este evento contó con la participación de 35 emprendimientos de dicho sector, tras recibir antes capacitaciones por líderes barriales de la cooperativa. La feria fue apoyada por los ministerios de Justicia y del Interior, Policía Nacional y entidades como el Banco D-Miro.

Transformaron vidas

Entre las 15 líderes comunitarias del proyecto hay muchas historias que contar.

Gloria Palma es parte del proyecto ‘Pascuales Prospera’, ella se dedica a ayudar a padres que tienen hijos con problemas de consumo de  drogas. “Un beso y un abrazo pueden más que unas cadenas y un candado. Amarrar a los chicos no es la solución, hay que brindarles ayuda sicológica, decirles que uno está con ellos y los ama. Que no importa lo que pasó, que tú los estás apoyando”.

Uno de los cambios que hubo fue en su propia familia. Su hijo consumía drogas. El menor ya dejó de consumir y ahora tiene un mejor aspecto y aspira a seguir una carrera militar.  

Otra de las historias es la de María Lucas, quien luego de varios años que abandonó los estudios primarios, decidió retomarlos, a sus 32 años. “Voy a terminar mis estudios. Mi objetivo es ir a la universidad y obtener un título profesional en Psicología”.

Lissette Merchán agregó que la empresa capacitó a la comunidad  para que desarrolle sus habilitades y conozca cuál es el procedimiento a seguir para pedir a las autoridades competentes que los atiendan en sus necesidades ya que el sector carece de servicios básicos. (I)

DATOS

La entrada a la cooperativa San Francisco, en la vía a Daule, es la carta de presentación de este barrio guayaquileño. Basura esparcida por la calle, olores nauseabundos y gallinazos revoloteando son indicios de las necesidades que tienen las familias de este sector. Los automotores circulan por un irregular camino cubierto de barro y rocas.

Parece que el asentamiento está aún en época de lluvias: hay lodazales por doquier. Asimismo, los adolescentes remueven con palos los desperdicios acumulados en las calles, para obtener artículos de reciclar.

Según sus habitantes, es un lugar que se pobló poco a poco, hace 16 años. Se divide en 1 y 2. Sin embargo, no hay mayor diferencia entre ambos, pues comparten sus necesidades. En los cerros están asentadas decenas de casas de caña. Los charcos se han convertido en criaderos de mosquitos.