Un hombre toda la tarde del jueves profirió insultos en el parque lineal de El Limonal, en el norte de Guayaquil.

El sujeto, que se escondió entre la multitud cuando se le preguntó el nombre y barrio de origen, hizo eso durante la ‘asamblea de presentación pública del Proyecto Puentes Guayaquil-Samborondón-Daule (Guasamda)’.

Cientos de personas acudieron hasta el espacio público, acondicionado con sillas y carpas, para recibir información sobre el impacto que habría por la construcción de los viaductos (uno parte desde el km 3,5 de la vía Samborondón hasta la Avenida Terminal-Pascuales; y el otro desde el km 15,73 de la av. León Febres Cordero hasta el Terminal-Pascuales).

La quinta reunión se efectuó a las 15:15. En una mesa central estuvieron el alcalde de Guayaquil, Jaime Nebot; el alcalde de Daule, Pedro Salazar; la delegada del Ministerio del Ambiente, Catalina Tapia; la directora de Ambiente de la Prefectura, Cecilia Herrera; y los consultores.

Más que una asamblea, el ambiente fue similar a un mitin político. Había policías metropolitanos, asambleístas, barras organizadas a  favor de Nebot, guardaespaldas, con trajes y gafas negras; pantallas gigantes, costosos carteles multicolores, entre otros instrumentos de campaña.

El sujeto mencionado, quien en otras ocasiones ha estado entre las barras socialcristianas en el Concejo Cantonal, vociferó obscenidades desde las últimas filas. Principalmente, contra quienes preguntaban sobre la reparación de daños a sus inmuebles. “¡No jodas, que ya te respondió el alcalde!”, espetaba sin que nadie lo echara.

Catalina Tapia, quien fue la mediadora entre los ciudadanos y las autoridades, advirtió en varias ocasiones que iba a suspender la sesión si continuaban las interrupciones. Pero las barras seguían boicoteándola. “¡Viiii! ¡Uuuuuu!”, se burlaban los asistentes de otros barrios.

Ante la insatisfacción de las exposiciones de los técnicos, un habitante de Samborondón se levantó y reclamó indignado: “¿Quién me devolverá mi casa afectada en Torres del Sol?, ¿Qué pasará con mi familia? Es el esfuerzo de toda mi vida. ¡Tengo derecho a reclamar!”, gritó.

Nebot, quien estuvo callado más de una hora, con una botella de cola negra frente a él, recién intervino en ese instante. “Toda persona afectada, son 4 casas, va a ser pagado al contado. Se dará el dinero necesario para que pueda comprar o construir una casa igual, de la misma calidad, del mismo tamaño, en un terreno similar, en el lugar más próximo al sitio donde vive. Pero que quede claro algo, el derecho individual termina donde empieza el derecho colectivo. Son miles los que necesiten estos puentes”.

Los aplausos siguieron a cada intervención de Nebot. Hubo gente de Monte Sinaí (que no tienen relación con los puentes),

Inés Manzano, una de las afectadas, también reclamó por los derechos de su familia en la urbanización Manglero Vista. “Hay manglares que se van a afectar.  El estudio arrojó que el puente debía ir en el km 6,8, pero mágicamente lo cambiaron. Vamos a presentar una demanda”, adelantó. (I)