Durante varios años la infraestructura de la Facultad de Comunicación Social de la Universidad de Guayaquil (Facso) ha sido limitada. Los cursos no cuentan con los implementos necesarios para que los estudiantes  desempeñen una clase práctica. Las salas de cómputo tenían máquinas obsoletas. Los docentes dejaban muchas dudas en relación a su capacidad y procesos de enseñanza.  

Kléber Loor tiene 2 años de gestión como decano de la Facso y varios como docente. Eso le permite conocer las necesidades de la institución y también programar un plan de trabajo para recuperar el prestigio y gestionar las mejoras tecnológicas y académicas que se requieren.

Cuando inició su gestión como decano, ¿en qué estado encontró la Facultad de Comunicación Social?

Sabía de muchos problemas administrativos, financieros; falta de agilidad entre la oficina central y la Facultad, pero no creí que los problemas fueran tan grandes. Cuando asumimos no tuvimos ningún informe de las anteriores autoridades, ni del decano ni del subdecano, simplemente se fueron. No dejaron ningún documento, se llevaron algunos archivos. Comenzamos a buscar material  financiero, y cada quince días me asombraba más. Era un caos. Esta situación me hizo solicitar a la Contraloría de la Universidad una auditoría financiera del último periodo. A mi llegada no cambié al contingente, no era un problema de las personas sino de liderazgo.
A mediados de 2008 inició la gratuidad y aquí se la violó siempre con las benditas carreras autofinanciadas, los viajes de fin de curso... Se le metió mucho la mano al bolsillo (al estudiante), tanto así que la violación de la gratuidad provoca la intervención en la Universidad y que se la coloque en la categoría D.
Luego encontré grandes colaboradores, hombres y mujeres, en el profesorado, personal administrativo y de servicio, así como personas que no querían saber nada, que no querían trabajar. En el primer mes de mi gestión se fueron 16 personas a las que ni siquiera conocía.

El dinero de los arriendos de los bares dentro de la Facultad siempre generó problemas. ¿Quién cobraba esos rubros?
Recibían el dinero las autoridades, la presidencia de la Asociación Escuela. Quien  fuera elegido por el Decano. Él tenía un grupo y había que contentarlo. Pero el mayor problema era el rendimiento de los docentes. Un gran porcentaje, era incumplido. Las clases no se daban, eso ha ido variando en estos dos años, aún hay cosas que corregir, en especial con algunos profesores titulares porque tenían mucha libertad. Aquí la gente hacía lo que le daba la gana. No había control ni autoridad.

¿Se ha seguido un juicio en contra de los presuntos culpables de la mala administración?

Ya tenemos el informe inicial, hay una glosa para muchas personas. Las autoridades anteriores deberán asumir sus responsabilidades. El tiempo va a determinar la situación, yo creo que la justicia y la verdad se van abriendo paso. El cambio en la Universidad es práctico y real, no es un cambio al azar. Nosotros no manejamos recursos, ni el año pasado, ni este. Todo fue centralizado por la Comisión Interventora;  eso no saben los alumnos y profesores. Nuestro trabajo empezó desde cero y estamos avanzando. Nuestros estudiantes han iniciado un proceso para ser protagonistas en los medios de comunicación.

¿Qué proyectos ya están en marcha para el beneficio de la institución?

Tenemos 4 proyectos aprobados. La construcción del nuevo bar, eso debieron hacerlo el año pasado, pero se ponen trabas burocráticas en la oficina central y además hay que esperar la certificación presupuestaria; siempre hay un pretexto. Se remodelará el auditorio principal, además de la construcción de nuevos baños, el equipamiento de dos laboratorios con 41 máquinas cada uno. Estoy pidiendo  que se climaticen todas las aulas. A pesar de la adversidad merecen mi respeto muchos profesores y profesoras que están brindando su contingente.  

Al interior de la facultad se comentaba que las herramientas tecnológicas eran desviadas y no se las usaba en  el proceso académico. ¿Eso es verdad?

En el decanato  a mi llegada encontré de 18 a 20 plasmas, cerca de 10 proyectores, que fueron comprados de una manera irregular y no podíamos utilizarlos. La gente piensa que lo que se compra aquí es solo para comunicación, pero se debe compartir con las demás carreras, así se tergiversa la verdad.
No se pidió una computadora para el laboratorio, que era más importante, nunca se compró ni siquiera un micrófono; yo he pedido pero no llega y resulta frustrante en el sentido de que uno no puede hacerlo.
Cuando no era autoridad hablaba con el decano, le daba mis opiniones, pero si lo hacía una vez al mes era mucho. Cuando  la persona está en una situación no tan transparente te rehúye, no te enfrenta.

¿Tiene algún proyecto que busque mejorar la calidad de la educación de los estudiantes de la Facso?

Mi intención es tener el canal de televisión y la radio universitaria. He presentado un proyecto para contar con radios virtuales en todas las facultades que sean manejadas por nuestros alumnos.
Nosotros tendríamos que capacitar a un grupo de estudiantes interesados para que se creen noticiarios positivos, como un aporte de la Facultad de Comunicación Social a toda la universidad. Debemos lograr que la sociedad se dé cuenta de que no todo en la universidad es negativo porque también se han logrado cosas buenas.

¿Qué tiempo estará a cargo como decano?

Hasta que se elija a los nuevos rectores y vicerrectores, aún no tenemos los nuevos estatutos; ellos determinarán si las autoridades debemos seguir en el cargo o no.

¿En qué instancia se encuentran las investigaciones para determinar a los culpables  del declive de la Facultad?

Ya se ha dado a conocer el informe preliminar de las auditorías en el que se especifica quiénes han participado en la mala administración de la Facultad. Luego se procederá a notificar a los involucrados. La sanción puede ser económica o penal, eso ya lo determinarán las autoridades. Aquí mucha gente abusó.
Yo estoy en busca de esa universidad con un cuerpo de profesores comprometidos, con estudiantes competitivos, capaces de participar en todo tipo de concursos, en todas las esferas.
Creo que vamos por buen camino, hace unos meses participamos en un concurso de la Universidad Politécnica Salesiana y obtuvimos el segundo lugar. Estamos  avanzando. (O)