Publicidad

Ecuador, 25 de Septiembre de 2024
Ecuador Continental: 12:34
Ecuador Insular: 11:34
El Telégrafo
Comparte

En las aguas se encuentran desechos sólidos, como muebles

En La Chala siguen arrojando los desperdicios al estero Mogollón

Antiguamente, las condiciones del Estero Salado permitían pescar e incluso bañarse en él. Ahora sus aguas están contaminadas en algunos sectores.
Antiguamente, las condiciones del Estero Salado permitían pescar e incluso bañarse en él. Ahora sus aguas están contaminadas en algunos sectores.
Foto: William Orellana / El Telégrafo
18 de marzo de 2016 - 00:00 - Redacción Guayaquil

En sectores como La Chala hay familias que viven a orillas del estero y, al no tener acceso a la red de alcantarillado sanitario, direccionan las aguas residuales de sus domicilios al brazo de mar, contaminando el entorno ambiental.

Hace varias semanas la Empresa Municipal de Agua Potable y Alcantarillado de Guayaquil (Emapag) e Interagua anunciaron públicamente que “Guayaquil tiene el 100% de red de alcantarillado sanitario público para el área de influencia hacia el Estero Salado”.

Esto se contradice con las versiones que da la ciudadanía que habita en la cercanía de la zona. La ciudadana Martha De la Cruz, de 78 años, ha tenido cinco décadas de experiencia viendo y viviendo la transformación del área desde su casa ubicada en la 32, entre Augusto González y Rosendo Avilés.

Ella cuenta que no tienen alcantarillado. “Nadie está conectado a la red, Interagua nomás viene a ver qué instalaciones están incorrectas para coger y cortar el medidor, para ver si alguien está robando agua”.

A mediados del año pasado sería la última vez que el personal de la concesionaria visitó el sitio, según testimonia Gladys Romero. Por otra parte, en la planilla no figura el servicio en cuestión.

Antiguamente, las condiciones permitían pescar e incluso uno se podía bañar. “Yo aprendí a nadar allí en la esquina”, dice De la Cruz. Asevera que hace aproximadamente 30 años empezó a contaminarse el estero Mogollón.

La barriada cuenta que en la madrugada llegan carros particulares a descargar basura y que esa situación no ha tenido control municipal. Asimismo, los pobladores aclaran que un guardia no sería la solución por la inseguridad que existe en el barrio.

Por otro lado, el sábado anterior, en el enlace N° 466, el ministro del Ambiente, Daniel Ortega, indicó que se iniciarán acciones legales contra la empresa Interagua, por su supuesta responsabilidad en el aumento de la contaminación del Estero Salado al mantener falencias en la cobertura de alcantarillado sanitario.

Asimismo, Ortega indicó que 9 de cada 10 puntos observados a lo largo del Salado no cumplen con la norma ambiental al descargarse coliformes fecales y, además, mencionó  que uno de los casos más crónicos se da en el estero Las Ranas, donde se supera 800 veces el nivel de contaminación.

Según Emapag, se ejecutó la primera fase de 605 conexiones intradomiciliarias en el estero Las Ranas al sur de la ciudad. No obstante, hay personas que no están conectadas,  afirmó una pobladora, al igual que varias otras en un recorrido realizado por este diario.

Según las cifras que maneja el Ministerio del Ambiente, existen más de 30.000 predios que no cuentan con redes de desfogue pluvial en el Suburbio Oeste, Isla Trinitaria y Guasmo. Además, en el sector de La Chala hay 65.000 personas que viven sobre un alcantarillado defectuoso.

El secretario de Estado señaló que el Gobierno ha destinado, desde 2010, cerca de $ 143 millones para la recuperación del Estero Salado, pero “no ha sentido una corresponsabilidad de la administración (municipal) local”. “Ingresaremos una solicitud al Consejo Nacional de Competencias para que pueda examinar la ineficiencia del servicio prestado”.

Empozamientos por lluvias

Las primeras lluvias del año han dejado rastros en medio de un lodazal que se niega a irse del sector de Monte Sinaí, ubicado al noroeste de la ciudad de Guayaquil. Varias cooperativas de este sector no tienen acceso a los elementos básicos y por ello las consecuencias son desagradables como, por ejemplo, el enlodamiento en varias vías.

En el barrio Ebenezer todavía se sufren los estragos de los aguaceros iniciados a principios de enero, que provocaron grandes empozamientos que forman parte del panorama cotidiano. La barriada asevera que a más de soportar la rutinaria inseguridad, se tiene que padecer el hecho de que hay que caminar en medio del lodo, porque al poco tiempo el agua lluvia es absorbida por un suelo de tierra, debido a que las permanentes precipitaciones agrandan cada vez más lo que en principio solo era un par de charcos.

Desde su quiosco y casa en la manzana 29, Nancy Chicaiza, de 27 años, cuenta que entre junio o julio recién empiezan a secarse los charcos. Ella se queja de que eso genera mal olor y que la barriada acostumbra arrojar basura. En la zona no existen obras de alcantarillado sanitario ni pluvial.

Varias de estas calles empozadas conectan con la vía principal por donde pasan las líneas de buses 132, 154, 153 y 112. Actualmente, un grupo de cooperativas de transporte ha pagado un servicio de obra para que se arreglen las calles, ejecutándose desde el jueves un aplanamiento sobre la calzada.

Otro de los sectores afectados por las lluvias es el suroeste. Cada vez que hay pleamar o marea alta las viviendas ubicadas al borde del Salado en el suroeste, se inundan. “Nosotros sufrimos cuando llega el aguaje. Se nos llenan las casas y adentro, los baños se rebosan, entonces sale la pestilencia del agua de las cajas. Eso es horroroso”, relata Carmen Pazmiño, de 37 años, quien ha soportado esta realidad durante más de 2 décadas en su domicilio esquinero, en las calles 18 y Colón, cerca del puente de la A. (I)

Contenido externo patrocinado

Ecuador TV

En vivo

El Telégrafo

Pública FM

Noticias relacionadas

Social media