En el cantón, el reciclaje aún está en etapa inicial
En el Municipio de Guayaquil, hasta este lunes, las autoridades de diversas direcciones todavía mantenían reuniones para definir reformas a la ordenanza cantonal acerca del reciclaje.
El nuevo documento, que sería presentado mañana en el Concejo Cantonal, busca mayor regulación a la actividad a la que se dedican decenas de personas que acopian en determinados puntos materiales que pueden ser reciclados.
Guillermo Castillo, de la Dirección de Aseo Cantonal, informó que hace dos años ya existe una ordenanza en la ciudad que estipula claramente cuáles son las regulaciones vigentes.
El funcionario se refiere a la ordenanza, de 2010, que norma el manejo de desechos sólidos no peligrosos. Según el artículo 23, que hace referencia a las infracciones leves, está prohibido manipular o seleccionar para efectos del reciclaje los desechos sólidos dispuestos en la vía pública o cualquier otro punto no autorizado por la Municipalidad.
Castillo explicó que es ilegal escudriñar en los tachos de basura, romper las fundas y dejar regado lo que estaba empaquetado. A los que violenten el artículo 23 de la ordenanza se les aplicará una multa del 20% de la remuneración mensual básica mínima unificada. En caso de reincidencia se hará un recargo mensual del 100% del valor anteriormente indicado hasta que se tomen los correctivos.
Mientras que el artículo 5 de la ordenanza que establece requerimientos técnicos y norma a los establecimientos de recolección, clasificación y almacenamiento de desechos sólidos recuperables, señala que el generador tiene prohibido entregar los elementos que pueden ser reutilizables a personas que no tengan permiso del Cabildo.
Asimismo, la Dirección de Justicia y Vigilancia impuso hasta el 23 de agosto un plazo para que se registraran las empresas recicladoras. Para regular a los centros, que normalmente son administrados por minoristas, recientemente se impusieron 21 requisitos para que puedan ejercer la actividad. Entre los requerimientos están construir baños, oficinas, señalización del interior de los locales y tener una dimensión de 150 metros cuadrados.
La medida se tomó luego de que el Municipio encontró bienes públicos de metal en varios locales pequeños que acopian materiales. Las cifras del Gobierno Seccional revelaron que entre junio y julio se clausuraron 60 locales por este último motivo.
Las últimas modificaciones municipales son -se conoció extraoficialmente- porque en el tema del reciclaje siempre hay dificultades para controlar actos delictivos y de contaminación.
Iniciativa que se mantiene
El proyecto de reciclaje, auspiciado por el Gobierno Seccional y que se ha mantenido por más tiempo, es el denominado Manejo Integrado de Desechos, que comenzó hace nueve años.
Este plan consiste en colocar tachos de color naranja (para productos orgánicos) y azules (para plástico, cartón y vidrio) en el Malecón del Salado, al norte, con la finalidad de que los visitantes depositen esos elementos en la fuente indicada. Posteriormente, los productos son comercializados a empresas que tras un proceso los reutilizan.
En la planta, los desechos sólidos son clasificados y limpiados antes de ser expendidos a las empresas. De acuerdo con las estadísticas, hasta el momento han reciclado en la industria 255 toneladas de vidrio y 55 de plástico.
Aunque, según Aurelio Panchana, subgerente de operaciones del Malecón del Salado, el objetivo de la iniciativa no es económica, sino educativa. “Han participado en los recorridos por las plantas y en los talleres 80.000 niños de los planteles de la ciudad.
Lo que se genera en las fuentes no representa mucho económicamente”, precisó. El 97% de las personas que visita el Malecón del Salado, según Panchana, coloca la basura en los tachos respectivos. Actualmente, trabajan en un proyecto en el Malecón 2000 para elaborar humus para las jardinería de ese lugar.
Acción estatal
En el cantón dos acciones ecológicas que han trascendido en este año son las mingas del Ministerio del Ambiente (MAE) en varios sectores, como el estero Salado.
Meses atrás, la Corporación Nacional de Telecomunicaciones (CNT) presentó un proyecto que consiste en colocar un punto donde los ciudadanos pueden dejar los desechos electrónicos que ya no emplean.
Para Castillo, del total de materiales que llega hasta los tachos, solo el 8% sirve como material reciclado. “Algunos piensan que con el reciclaje desaparece toda la basura, pero no es así”.
Por su parte, Puerto Limpio, informó que la empresa fue contratada para realizar un trabajo de recolección de basura que no es selectivo.