Los moradores del barrio residencial El Salado de Guayaquil, (en el centro de la urbe) trabajan, junto con la Policía Nacional, en un plan para contrarrestar la delincuencia con la implementación de botones de pánico, cajas de seguridad, capacitación a los vecinos del sector y la instalación de rótulos adhesivos con la leyenda “Policía Nacional, Casa Vigilada” en lugares visibles de las fachadas de las residencias.

Marcelo Segovia Herrera, jefe de la Unidad de Protección Comunitaria (UPC), organismo que resguarda el sector, aseguró que estos rótulos adhesivos representan un mensaje preventivo y disuasivo para los delincuentes.

“Si la alarma de pánico se activa ante un proceso delictivo, varias unidades policiales se presentarán en el lugar de los hechos en menos de 60 segundos para capturar de inmediato a los transgresores de la ley”, afirmó Segovia.

Los datos estadísticos que registra la Policía Judicial corroboran que aplicar este programa piloto ha reducido sustancialmente los actos delincuenciales principales que azotan al distrito señalado y que son: robo y agresión a transeúntes, robo a locales comerciales, y robo de vehículos y de los accesorios de los mismos.