Los clientes pueden adquirir el producto a vendedores ambulantes y en locales
El recinto Sancán es el ‘paraíso de las tortillas’ en el país
La gastronomía manabita es reconocida en todo el país. No solo por su originalidad, sino también por su exquisito sabor criollo. Sus platos típicos constituyen un verdadero encanto para propios y extraños.
Entre los atractivos que tiene el recinto Sancán se incluye el olor a maíz y yuca que seduce a todos los turistas que pasan por el sector que une a Puerto Cayo con Portoviejo.
A lo largo de la carretera, pequeños hornos y sus propietarios están a la espera de que lleguen los clientes dispuestos a degustar las deliciosas tortillas elaboradas con los principales productos de la zona.
Arturo Pillasagua, dueño del local El Panda, lleva trabajando 20 años en el sitio, cuenta cuál es el toque principal de las tortillas: “Nosotros cosechamos el maíz todo el invierno y lo guardamos todo el verano, es natural. Además, utilizamos queso de Chone”.
En este recinto, cada tortilla de maíz (con queso y chicharrón) o yuca se vende a 35 centavos y en promedio se elaboran de 90 a 100 tortillas.
Carmen Rodríguez, de 35 años, dice que para la preparación de este delicioso bocado se requiere hervir el maíz 40 minutos y luego se lo deja reposar 24 horas.
Rodríguez empieza su jornada laboral desde las 03:00. Se levanta a rallar el maíz, luego procede a mezclar la masa con agua, mantequilla o manteca y queso para luego hornearlas de 15 a 20 minutos. A las 04:30 ya están a la venta.
Esta actividad comercial es un complemento a los trabajos agrícolas de sus habitantes, pues Sancán es conocido por ser una tierra productora de maíz. “Es la primera vez que vengo a este lugar, me lo recomendaron y quedé impresionada. Las tortillas son muy ricas y la gente es amable, me encantaron las de queso”, dijo Carolina Oviedo, de Guayaquil.
Al borde de la carretera están instalados alrededor de cincuenta puestos con hornos industriales.
Al son de “tortilla, tortilla”, los expendedores, hombres, mujeres, niños y adultos, mueven sus franelas y muestran sus bandejas llenas para llamar la atención de los viajeros, incluso se suben a los buses a vender sus productos. “Son bien baratas y ricas. En otros lados no son tan buenas, me como 3 y llevo 8 para la familia. Vengo cada 15 días”, dijo Fabricio Chávez, oriundo de Portoviejo.
Pero no todo es maíz y queso. Héctor Delgado, dueño del local Marien, prepara las tortillas de una forma distinta: manteca, huevo, sal, mantequilla y leche. Afirma que así logra un mejor producto.
“Hay mucha competencia, todo depende de la clientela que viene de Manta, Portoviejo y de la Sierra cuando están de vacaciones. La gente es la que da el visto bueno a las tortillas. La popularidad ha crecido gracias al maíz, porque nosotros mismos lo cosechamos”. (I)