Las calles céntricas de la ciudad se han convertido en el ‘epicentro’ de la creatividad y de las ofertas de útiles escolares y ropa para el regreso a clases. Todo al estilo ambulante.

Una prueba se evidenció en la intersección de las calles Franco Dávila y 6 de Marzo. En el sector un automóvil fue convertido en un ‘bazar con ruedas’. El techo, las ventanas y el portamaletas sirvieron de vitrina para exhibir una variedad de productos a los padres de familia.

Luis Benigno, una de las personas que atendió en el carro-bazar, comentó que transformar el carro es una ‘estrategia’ para captar la masiva clientela que transita cerca del mercado las Cuatro Manzanas.

“También estamos atendiendo en un local cercano, pero acá hay más compradores”, explicó Benigno, mientras 2 mujeres atendían a los ciudadanos que hacían fila para comprar. Una de sus ofertas consistió en expender el medio pliego de fómix, de todos los colores, a $ 0,85 y la carpeta entera costaba $ 2,15.

Luis Fernández, uno de los compradores que se acercó al vehículo, afirmó que los útiles tenían mejor precio allí.

Uno de los productos más promocionados en las esquinas son los cinturones de cuero. La competencia entre los que expenden ese accesorio es más fuerte, según los propios comerciantes informales.

Juan Bustamante, quien se considera un vendedor autónomo, ofreció las correas a precios de $ 1 a $ 3. “El valor depende de la calidad y de la medida del cinturón”, precisó el emprendedor que transita por los alrededores del Mercado Central.

Los remates de los ‘kits’ de lapiceros también tuvieron acogida: 4 plumas, 4 lápices, corrector líquido (liquid paper) y 1 regla costaba $ 1. “He vendido 30 en promedio. El fin de semana se pone mejor el negocio, el domingo vendí todo rápido”, precisó el vendedor Víctor López. En los bazares cercanos el corrector líquido representa el 50% del valor del ‘combo’ que él vendía.

Las líneas de camisas y medias se expendieron a precios más bajos que en las tiendas. Uno de los ‘combos’ más atractivos consistió en dar 3 pares de calcetines por $ 1. Otros 3, de mejor calidad, estaban en $ 3.

En cambio, los costos de las camisas blancas oscilaban entre $ 5 y $ 6. “Las mangas largas son las de mayor precio”, informó María Quimí a los compradores.

Los comerciantes informales, en general, comentaron que las ventas se mantienen igual que el año anterior, es decir, satisfactorias. Pero se mostraban preocupados por el control que efectúan los policías metropolitanos. Los agentes, denunciaron, no les permiten laborar en las calles de la ciudad.