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Entrevista / Luis Castillo / Exfutbolista

“El fútbol mantiene su único objetivo, que es ganar y ganar”

Foto: Cortesía Universidad Laica Vicente Rocafuerte
Foto: Cortesía Universidad Laica Vicente Rocafuerte
29 de marzo de 2015 - 00:00 - Katherin Castillo Andrade. Estudiante de la ULVR

Asegura que para jugar al fútbol se necesita un don y que haberlo tenido fue lo más gratificante en su vida. Luis Castillo Zambrano fue delantero de Emelec durante una década y son esas vivencias las que lo convirtieron en un fiel seguidor ‘eléctrico’. A su casi 50 años no es raro verlo frente al televisor viendo un partido de su equipo y sufriendo como lo hace cualquier hincha.

El ‘Diablo’, como lo apodaban en sus mejores tiempos, por la sagacidad que tenía para desmarcarse de los defensas de los equipos rivales, cuenta sus vivencias como jugador, habla sobre el cambio de mentalidad que tiene el futbolista ecuatoriano y recuerda algunas anécdotas con el actual bicampeón Emelec.

Todo ser humano tiene sus prioridades, ¿cuáles son las suyas?

La mayoría de las personas coincide en que Dios y la familia son el soporte de todo ser humano. Para mí son el motor de mi vida.

Ser futbolista profesional requiere una gran disciplina, ¿a qué edad empezó a jugar fútbol?

Yo inicié a los 16 años, pero no en Emelec sino en Boca Junior. Un equipo de segunda categoría que entrenaba en la Universidad Católica Santiago de Guayaquil. Ahí tuve la oportunidad de conocer a un técnico que respeto y considero mucho, Luis Drouet.

Él fue quien me ayudó. Un tiempo después Drouet formó parte del cuerpo técnico de las divisiones inferiores de Emelec y fue ahí en donde inicié mi carrera como profesional. Jugué para el preprofesional de Emelec y a los 18 años pasé a la liga profesional.

Los futbolistas siempre tienen un director técnico que recuerdan o prefieren, ¿tiene usted esa deferencia con uno de ellos?

No puedo decir si uno fue mejor que otro, porque creo que como profesional me nutrí de los conocimientos de todos ellos, pero sin duda Luis Drouet fue alguien que notó en mí esas ganas de jugar y fue quien me dio la oportunidad de darme a conocer.

¿Tiene un gol que más le haya gustado?

Hice muchos porque creo que para todo jugador es importante marcar goles, pero recuerdo uno en especial porque se lo marqué a Barcelona en un Clásico del Astillero a Carlos Luis Morales.
Ese día ganamos 2-1 y disfrutamos al máximo ese triunfo.

¿Cuáles fueron sus mejores momentos en Emelec?

Cuando Emelec quedó campeón en 1993 y bicampeón en 1994, el equipo era imparable. Sin embargo, mi mejor año fue en 1990, con la dirección técnica del uruguayo Ángel Castelnoble, fui un titular indiscutible en la delantera con Raúl Avilés y Humberto Garcés. Me dieron un reconocimiento por el mejor jugador de 1990. Esa delantera la hinchada de Emelec aún la recuerda.

El balompié ahora es distinto al que usted practicó hace 20 años, ¿qué criticaría del fútbol actual?    

No tengo nada que criticarle al fútbol. Para mí, ser futbolista fue una bendición que llenó por completo mi vida. Además, fue una fuente de ingresos por muchos años.

¿Por qué salió del Emelec?

Porque tuve una lesión en el tobillo en 1995 y eso me duró un año, bajé el rendimiento. Estuve sin jugar profesionalmente casi dos años y en 1998 fue mi último año en el Audaz Octubrino, cuando logramos subir a la serie A. Ahí me retiré del fútbol profesional.

¿Qué le pareció la lista de seleccionados del director técnico Gustavo Quinteros?

He escuchado comentarios de la prensa y muchos no se sienten a gusto con la decisión de Quinteros porque piensan que faltaron jugadores. Creo que todo es un proceso. Esta vez se quedaron varios, pero en la siguiente se quedarán unos y llevarán a otros, todo es cuestión de estrategia.

¿Considera que existe algún tipo de diferencia en el fútbol de antes y de ahora?

Pienso que el fútbol no ha cambiado ni va a cambiar, porque todo equipo tiene una sola meta, que es ganar todos los partidos. Ahora el futbolista es uno de los mejores pagados.

Los futbolistas siempre tienen varias anécdotas en las concentraciones, ¿alguna que recuerde?

Cuando Ángel Castelnoble era DT, nos concentrábamos en el Sol de Oriente. Compartía habitación con Vidal Pachito. Yo tenía un arma bala U, sacamos el arma y accidentalmente se escapó un tiro y justo el preparador físico iba a dar la ronda y la bala cae en la puerta donde él estaba golpeando, entra a la habitación y nos ve con el arma en la mano. Se puso pálido y nunca más fue a hacer la ronda porque tenía miedo.

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