El Cabildo porteño arreglará casas en riberas del Estero
El Municipio de Guayaquil anunció que reconstruirá, gratuitamente, las viviendas de madera y caña asentadas en el estero Salado, desde el puente Portete hasta la calle El Oro, pese a que algunas del tramo sur fueron objeto de estudio por parte del Estado para los planes de reubicación que tienen como objetivo rescatar el afluente.
Ante ello, el alcalde Jaime Nebot declaró que en los trabajos que se harán en dos etapas (desde el puente Portete hasta la calle García Goyena y de ahí hasta El Oro) no se desalojará a nadie. “Daremos dignificación y servicio a lo consolidado, convirtiendo las casas de cañas en casas de cemento, pintándolas, todo gratuitamente, con plazoletas, iluminación y arborización”.
El proyecto de reconstrucción de casas ubicadas en el estero Salado contempla aproximadamente 1 km de extensión, desde Portete hasta El Oro. Hasta la fecha, el Cabildo ha intervenido 10 km, aproximadamente, en las riberas del afluente, desde la Av. Carlos Julio Arosemena hasta el puente Barcelona.
En este tramo se evidencia una mínima presencia de desechos plásticos; sin embargo, la contaminación va en aumento conforme se avanza hacia el sur del estero.
DATOS
La Ley 37 (promulgada en 1997), es de carácter expropiatoria y permitió la legalización de los terrenos de miles de familias asentadas en aproximadamente 120 cooperativas que antes eran consideradas invasiones, en distintos puntos de la ciudad, incluidas aquellas ubicadas en el estero Salado.
La Ley 88 (aprobada en 2007), en cambio, benefició a 41 sectores más. Las cooperativas de parroquias Febres Cordero, Ximena y Tarqui fueron las principales beneficiadas con el procesoStefanie Bohórquez, quien vive en la 29 y la Q, a casi 4 km del proyecto de regeneración municipal, lidia desde hace 15 años con la basura que se acumula cerca de casa, en la ribera del Salado.
La ciudadana aún no está legalizada y el único servicio básico con el que cuenta es el de energía eléctrica, pese a que vive al pie de un pequeño parque construido por el Cabildo. “Hace dos meses me visitó el Miduvi (Ministerio de Desarrollo Urbano y Vivienda) para incluirme en el plan de reubicación, pero desconozco cómo y cuándo”.
Asimismo, las personas que viven en zonas regeneradas o se han beneficiado de las obras municipales, como pavimentación, desconocen detalles de la reubicación.
El Ministerio del Ambiente (MAE), en agosto de 2012, amplió el área de la Reserva de Producción de Fauna Manglares El Salado (RPFMS), a 10.635,12 hectáreas, incluyendo el espejo de agua de los ramales interiores del Estero (Salado, Puerto Lisa, Palanqueado, Mogollón y Las Ranas). El Miduvi cifró en 8.500 las familias que serán retiradas de estas zonas.
Parte de la zona considerada dentro de los planes de regeneración del Cabildo está incluida en el censo realizado por el Estado sobre la reubicación.
Justamente, Segundo Gavilla habita en El Oro y El Empalme, una zona hasta donde el Cabildo proyecta las obras de remodelación y a la vez un sitio en el que el Miduvi realizó el censo. El ciudadano, residente desde hace tres décadas en el lugar, comenta que acepta el traslado si eso beneficia a mi ciudad. “Lo que no voy a aceptar es que cambien mi casa de tres pisos por una pequeña de un solo piso”.
Las casas ubicadas en la zona regenerada del Salado fueron reconstruidas por el Municipio y pintadas de múltiples colores pasteles. Pero hacia el sur del afluente abundan las viviendas en mal estado.
En el tramo considerado para obras municipales, las casas son de cemento y construcción mixta. Al sur de El Oro, hasta el segundo puente de la vía Perimetral, se observan viviendas de caña, algunas a punto de desplomarse.
Según América López, de la 45 y la Q, ella debe meterse en el agua cada vez que sube la marea. “El alcalde ofreció levantar la calle, el año pasado, para evitar esta situación, pero aún tenemos que salir de nuestras casas con dificultades”. López, que tiene 86 años, desconoce de los planes de reubicación.
Los habitantes de los sectores populares del Salado, al suroeste, responsabilizan a los moradores del norte por la basura en las riberas.
Fanny Reinoso, de la 9 y Av. 10 de Agosto, al pie del Malecón del Salado, asintió que en este sector existen vecinos que arrojan desperdicios directamente al Salado y que la marea se encarga del desplazamiento de los desechos. “Aún así, quedan frente a mi casa los desechos más pesados como trozos y sacos de piedra, imagino, de remodelaciones que hacen dentro de sus casas”.
En semanas anteriores, el Alcalde refirió que los terrenos son legalizados al amparo de la ley 37 y 88 “dándoles todos los servicios públicos como agua potable, pavimentación, regeneración, mercados, Metrovía...”.