Ecuavoley gana mayores seguidores
A 16:00 en el sector conocido como los bloques de las Acacias al sur de la urbe, varias personas, en su mayoría hombres, entre los 45 y 65 años se disponen a armar una cancha que se ha destinado para la práctica del ecuavoley.
“Aquí si no eres elástico, te quedas”, menciona Kléber Vásquez, de 47 años, quien suele concurrir a este lugar con sus amigos.
El ecuavoley surgió a mediados del siglo XX en las ciudades de Quito y Cuenca, pero se ha abierto espacio en otras ciudades del país.
“En la Sierra juegan de 15 puntos, pero aquí jugamos de 10, por distracción nomás”, señala Marcio Castro, chimboracense de 63 años, quien ya jubilado ha decidido practicar con mayor entusiasmo este deporte criollo.
Cada equipo tiene tres jugadores: el volador, el servidor y el colocador. El primero debe cuidar las espaldas del servidor, que es el encargado de levantar la bola al colocador.
Aquí cada persona pone 0,10 centavos para poder jugar, de ahí recaudamos 1 dólar por equipo para tenerlo como fondo común cuando sea necesario comprar un nuevo balón o la malla”, indica Luis Tocaquisa, de 62 años, quien acude los miércoles y viernes.