El gremio de transportistas escolares e institucionales de Guayaquil exigió ayer, con una protesta, que el Municipio porteño cambie los parámetros que aplica en su revisión vehicular.

La agrupación denunció que al menos 700 unidades no han podido ser matriculadas debido a “estipulaciones absurdas” establecidas por  el Ayuntamiento, el cual empezó a prestar servicio desde este año.  

Los vehículos colapsaron por una hora la calle Malecón (centro), desde la av. 10 de Agosto hasta la 9 de Octubre, con el fin de solicitar una cita con el alcalde Jaime Nebot Saadi.

Agentes de la Comisión de Tránsito del Ecuador (CTE) se desplegaron en el tramo mencionado para evitar mayores inconvenientes.   

La medida que más provoca molestia en los conductores es que los expresos escolares no pueden prestar, a la vez, el servicio de traslado a estudiantes y a personal de empresas en la ciudad. “El proceso ejecutado por la Autoridad de Tránsito Municipal (ATM) incluye hasta el retiro de rótulos de educación vial”, rechazó Osvaldo Guamán, presidente de la Federación Nacional de Transporte Escolar e Institucional del Ecuador (Fenatei).

Guamán aseguró que la protesta también es el resultado del incumplimiento de acuerdos verbales a los que llegaron con Andrés Roche, titular de la ATM; Diego Rentería, director de Revisión Técnica Vehicular, y Fernando Navas, director de Transporte y Planificación.

En tres ocasiones -añadió el dirigente- se ha reunido con el titular de la ATM y en dos “se mostró enojado y renuente a aceptar sugerencias”.

Según Luisa Jaén, de la cooperativa Commacera, prestar servicio a colegios e instituciones es un logro que se consiguió con la Agencia Nacional de Tránsito (ANT) luego de años de conversaciones, pero el Cabildo lo eliminó. “Los problemas actuales con el Municipio son peores que los de antes”.

Los arreglos de pintura exigidos por la ATM requieren de una inversión aproximada de $700 por vehículo, monto que, según Fernando Mateo, de la cooperativa Transambo, “es difícil de costear”.

Los choferes afirmaron que la propuesta de la ATM es que los expresos escolares e institucionales tengan distintos tonos para diferenciarlos. La medida implica que los automotores tengan que ser “repintados”.

El conductor considera exagerado que los automotores reprueben por no ajustarse hasta por una rayadura. “Me pregunto si han visto cuántos rasguños tienen los vehículos municipales”.

A pesar de la protesta, el alcalde Jaime Nebot Saadi no los recibió. Incluso, relató Guamán, “los guardias metropolitanos cerraron las puertas de ingreso”.

Ante la situación, los representantes de los choferes fueron hasta la Gobernación del Guayas para hablar con su titular, Rolando Panchana.

La Fenatei informó que el funcionario ofreció canalizar las observaciones hacia el Ministerio de Transporte y Obras Públicas (MTOP), la ANT y la CTE para encontrar una manera de que los vehículos puedan ser revisados y matriculados.

Para los trabajadores del volante, las disposiciones municipales contradicen el nuevo Reglamento para el Servicio de Transporte Escolar e Institucional expedido por la ANT, en septiembre de este año, y la norma INEN 041, del año 2013, que regula a los vehículos de transporte escolar.

En el estatuto aprobado por la ANT se cita que el rótulo que debe constar en los costados de la carrocería es “Escolar e Institucional” en referencia a los ámbitos en los cuales pueden trabajar. Mientras que la ATM solo acepta la palabra “Escolar” y exige, además, pintar el escudo de la cooperativa.

La norma INEN 041 cita, en cambio, que los automotores deben utilizar una sola tonalidad de amarillo para su identificación. Según los choferes de expresos, la ATM está proponiendo que se usen 4 tonalidades de amarillo para identificar el ámbito de trabajo.