Martín Mayorga, morador de la ciudadela 9 de Octubre (sur), hace pocos días recibió una volante de un agente de la Comisión de Tránsito del Ecuador (CTE), en la que se indicaban los nuevos límites de velocidad permitidos en el perímetro urbano.

En la boleta se especificaban las restricciones, según el tipo de vehículo (livianos, transporte y pesados), y las  sanciones a los contraventores (multas, prisión y puntos menos en la licencia de conducir).

Para Mayorga, la información se convirtió en la referencia sobre los límites de velocidad permitidos, pues en la avenida Domingo Comín, por donde conduce habitualmente, hay pocos letreros que reflejan las disposiciones de la CTE. “Cuando uno viene desde el Guasmo las señales están ocultas por las palmeras ubicadas en los parterres”, dijo.

En un recorrido que realizó este diario por calles transitadas de la ciudad se constató que mientras en varias vías (Quito, Machala, Francisco de Orellana) hay un número considerable de señalética de la CTE, en otras (Víctor Emilio Estrada, Domingo Comín, José de Antepara) existen pocos letreros que informan de los límites de velocidad.

En diez calles recorridas, también incluidas la José Menéndez Gilbert, Isidro Ayora, Rodolfo Baquerizo y Carlos Julio Arosemena, la mayoría de rótulos ubicados por la CTE hace referencia al parqueo. De 500 señales localizadas, al menos un 70% corresponde a letreros que determinan en dónde o no se puede estacionar .

En la Víctor Emilio Estrada, las señales están ubicadas en su totalidad entre las calles Juan de Dios Martínez Mera y Otto Arosemena Gómez, mientras que en el resto del tramo, los rótulos de la CTE (sobre velocidad y estacionamiento) son esasos.

Jenny Andrade, moradora de la ciudadela Urdesa, afirmó que no entiende la distribución de los rótulos en su sector y criticó que no exista una adecuada planificación. “Entiendo que en varios casos son los moradores quienes solicitan las señales, pero la entidad debe fijarse en que el resto de la calle tiene que quedar en iguales condiciones, porque después se crea la confusión”, indicó.

Para Guillermo Arboleda, las señales también deben ser complementadas con el buen estado de los semáforos y los pasos cebra para que transiten los peatones. “Si uno se fija, en las calles Quito y Machala existen más problemas con estos elementos, que en avenidas como Francisco de Orellana”, comentó Arboleda.

Al respecto, Luis Lalama, comandante del Cuerpo de Vigilancia de la CTE, adelantó que la próxima semana iniciarán los controles en las carreteras de Guayas, aunque no en Guayaquil.

Lalama indicó públicamente que están en conversaciones con el Cabildo porteño para definir detalles de los límites permitidos, ya que las calles, avenidas y la única autopista local (Narcisa de Jesús) tienen características distintas en cuanto al tráfico vehicular. “Existen avenidas que tienen carriles de aceleración y carriles de servicio (donde circulan buses) y en donde las restricciones deben ser diferentes”.

El funcionario de la CTE puntualizó que se respetará lo establecido por la Ley de Tránsito, por lo que descartó la implementación de cambios en los límites de velocidad dentro del perímetro urbano. Asimismo, en las calles se observó que hay poca señalética para dejar o recoger pasajeros que emplean el servicio de transporte público en la ciudad.