Cuando los edificios dicen algo
Para que Guayaquil se convierta en ciudad patrimonial faltan tres meses y una declaratoria.
Para iniciar este proceso, el Instituto de Planificación Urbana y Regional de la Facultad de Arquitectura de la Universidad Católica de Guayaquil levantó un expediente.
“Son 118 bienes comprendidos en el área central de Guayaquil”, explica Florencio Compte, director de la investigación. Todos los bienes seleccionados y registrados se encuentran ubicados en los siguientes límites: al norte, la calle Julián Coronel; al sur, El Oro; al este, el río Guayas; y al oeste, la calle Lizardo García.
Estas edificaciones cuentan la historia arquitectónica y económica de la ciudad, desde el Gran Incendio (1896) hasta la década del 80. El Gran Incendio, según se registra en la investigación, dejó a 30.000 de 80.000 habitantes sin hogar, por lo cual las ordenanzas municipales para la construcción de edificaciones cambiaron. Los planos de las casas debían ser firmados por un técnico responsables inscrito en el Cabildo. Se establecía también que los edificios públicos no podían ser construidos en madera.
Estas disposiciones y la celebración del primer Centenario de la Independencia en 1915 provocaron que el embellecimiento de la ciudad sea el objetivo principal de las autoridades. Eso y alcanzar la declaratoria de Puerto Limpio clase A libre de pestes.
Desde 1915 hasta 1939 se construyen los edificios públicos como el Municipio, la Gobernación y el Hospital Luis Vernaza. Tienen estilos neoclásicos, es decir, que tomaban elementos de la arquitectura grecorromana. Las construcciones cambiaron el paisaje tradicional de la ciudad, con casas que iban de acuerdo con las condiciones climáticas.
No más chazas ni patios interiores. Pero el sueño neoclásico empezó a decaer con la crisis mundial de 1930. Y la consiguiente caída de los precios del cacao. Con la debacle llegó la arquitectura moderna.
Despojada de ornamentos y decoraciones. Sin las columnas decoradas que caracterizaban al estilo neoclásico. Son construcciones racionales, sencillas, de formas rectas. Se utiliza en ellas el hormigón armado y no la piedra.
Puede verse en el colegio Guayaquil (1937) y en la Casa Macaferri (1930), que está en 9 de Octubre 1919 y Los Ríos. En esta última construcción destacan las formas limpias y puras. La arquitectura moderna se desarrolla durante la década del 50 en el edificio del Banco La Previsora (10 de Agosto 214 y Pedro Carbo y Pichincha) y el Banco de Descuento (Aguirre 418 y Pichincha).
En 1980 con el boom petrolero aparece una nueva corriente en la arquitectura moderna. El estilo internacional. Las edificaciones no toman nada del contexto, podrían estar en Guayaquil como en Hong Kong. El Gran Pasaje es un ejemplo.
Según Compte, muchas edificaciones, como el edificio Fiore (9 de Octubre y Pedro Carbo) han tenido varias restauraciones, que les han hecho perder sus características arquitectónicas naturales.