El tramo de José de Antepara desde 9 de Octubre y 1 de Mayo siempre se caracterizó por ser un sitio en donde se come bien. Así lo reconocen los transeúntes.

Ahí en el centro de la ciudad es común ver a decenas de personas que visitan el local de Crucelina, una afroecuatoriana que deleita a sus clientes con exquisitas hamburguesas. Ella trabaja de lunes a viernes desde las 17:00 hasta las 23:00 en el sitio. Los días viernes se queda hasta la medianoche.

Durante 25 años  ha brindado las delicias que ella prepara con sus manos, y atiende a sus clientes de la mejor manera porque, según cuenta, sin ellos no hay negocio. Es por eso que ella procura darles una atención personalizada.

Crucelina es uno más de los personajes gastronómicos emblemáticos de la ciudad. Sus clientes la reconocen como una persona carismática que le gusta atender bien.

Jorge Roldán, estudiante universitario de 21 años de edad, asegura que las hamburguesas que ahí preparan son las mejores. “Se nota que le pone mucho amor a lo que hace. Es un sitio muy limpio, en donde el cliente se va satisfecho tanto por la sazón como por la atención”, concluye. (I)