El nuevo corte que  anunció Interagua en varios sectores del norte  y sur de la ciudad, desde la noche del pasado viernes, afecta a un amplio porcentaje de  los moradores de estas zonas, que debieron aprovisionarse a tiempo del líquido y, en algunos casos,  cerrar negocios  o atender al público por menos horas.

Este es el caso de los comercios dedicados al lavado de autos, que se encuentran ubicados en la ciudadela Guangala, al sur de la ciudad.

Gerson Herrera, de 56 años, quien tiene su lavandería por cerca de dos años, indica que pese a que tiene cisterna, para él es un día  improductivo, pues debe cerrar antes de lo normal.

“Trabajamos hasta que se nos acabe el agua. Eso depende de la cantidad de carros que vengan; pero generalmente es hasta el mediodía o máximo las 13:00, cuando usualmente trabajamos hasta las 18:00”, explica.

David Páez, de 20 años, también trabaja en esto desde hace varios años y dice que los cortes de agua para ellos representan pérdidas económicas.  “Trabajamos menos y eso significa perder unos $ 50 de ganancia. Nos perjudica porque aquí pagamos arriendo y luz”, afirma.

Tampoco otros negocios como la lavandería de ropa de Letty Barrios  podrá trabajar hoy.

“Nosotros no tenemos cisterna, así que se trata de un día perdido. Generalmente atendemos los sábados, pero hoy no podremos, porque no se puede lavar la ropa”, explica la propietaria.

Ella alquila un local donde tiene dos lavadoras de ropa y dos secadoras. Un día de trabajo equivale  aproximadamente a $ 60. El viernes trabajó en turno extendido, atendiendo a la mayor cantidad de clientes posibles para atenuar la pérdida.

Para los moradores de estas ciudadelas del sur, el corte del suministro de agua se vuelve un problema en la realización de las tareas domésticas comunes como el lavado de platos, patios, almuerzo, entre otras.

Solanda Saldarreaga, de 49 años, es moradora de la cooperativa Esmeraldas Chiquita. Debido a un problema con las tuberías no tiene agua potable, no obstante, sus vecinos la ayudan cada dos días con agua para sus tanques.

“Generalmente me colaboran, pero cuando no hay agua es complicado. Nadie me quiere dar y me toca racionar mucho el agua que tengo en mis tanques y a veces no me alcanza. En mi casa vivimos 14 personas”, explica.

Manuel Moreno, de 44 años, es el propietario de una tienda de abarrotes de la ciudadela Las Acacias. “Hemos juntado agua en tachos para poder limpiar los baños al menos”, indicó.

Este es el segundo corte de un total de 12 contemplados en  el proyecto Huancavilca que inició el Municipio de Guayaquil a través de Ecapag. Concluye esta tarde a las 18:00.