Las construcciones ilegales en Guayaquil no tiene control permanente
“El control de las construcciones es permanente”, aseguró la semana pasada el director municipal de Urbanismo, José Miguel Rubio, durante la rueda de prensa que dio detalles de la ordenanza que regula el levantamiento de nuevas estructuras en el cantón Guayaquil.
El estatuto fue publicado en agosto de 2017 pero recién rige desde este mes. El detalle que más sobresale es la obligatoriedad de contar con la aprobación de un fedatario para cualquier construcción o modificación que afecte la infraestructura de un inmueble, sin importar su tamaño.
Pese a la afirmación de Rubio en cuanto a los controles de las construcciones informales, es decir, aquellas que no cuentan con permiso municipal, es una falta recurrente en todos los sectores de la ciudad.
Por ejemplo, en el bloque D-3 de la ciudadela Las Acacias, una inquilina de la planta baja optó por construir un cerramiento y dejó en el centro un poste de alumbrado público. El espacio fue subarrendado para la venta de alimentos preparados, se quejan vecinos del sector.
En la vía a la Costa, en el oeste de la ciudad, también existen estructuras modificadas. Casas unifamiliares convertidas en multifamiliares, que según los vecinos ocurren sin permiso municipal.
Sobre el caso de Las Acacias, Rubio afirmó que la modificación hecha hace casi siete años, como lo registró un reportaje de EL TELÉGRAFO en noviembre de 2011, no fue autorizada.
Adicionalmente, el funcionario puntualizó que le corresponde a la Dirección de Justicia y Vigilancia realizar los respectivos controles.
En sectores como Sauces, Alborada, Miraflores o Bellavista las transformaciones de las casas son evidentes. (I)