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Caos por obras municipales en Guayaquil

Caos por obras municipales en Guayaquil
06 de julio de 2011 - 00:00

El caos vehicular, la contaminación por polvo, el cierre temporal de negocios y otros inconvenientes son los principales padecimientos de quienes transitan y habitan en la ciudad. Las obras que la Municipalidad acomete en varios frentes incomodan a la ciudadanía que, si bien apoya los cambios, exige que las mismas concluyan en los plazos establecidos y que se realicen con el menor impacto a  sus actividades.

En el norte de la urbe, a la altura de la terminal terrestre, la compañía Hidalgo & Hidalgo, que se adjudicó el contrato para la construcción del distribuidor de tránsito de la Av. Benjamín Rosales, realiza en estos días los movimientos de tierra en las cercanías al patio de matriculación de la Comisión de Tránsito del Ecuador (CTE).

La obra, que deberá culminar en 21 meses, busca descongestionar el tráfico que se forma en las avenidas Benjamín Rosales, De las Américas y Parra Velasco, según Jorge Berrezueta, director de Obras Públicas del cabildo, quien además destaca que con el intercambiador se quitará varios semáforos para dar agilidad a la circulación vehicular.

Ramón García, vendedor de accesorios para celulares, que labora en el sector por alrededor de 4 años, señala que “el tráfico es pesado en las horas pico” (de 07:00-10:00 y 16:00-20:00), y se vuelve “un caos los fines de mes”, cuando los propietarios de automotores acuden masivamente a matricularlos.

Ángel Torres, conductor de un taxi-amigo, trata de no usar esas vías, “pero cuando tengo algún pasajero que debe movilizarse al sector, no queda de otra... hay que soportar el tráfico”.

A pocos metros, en la Av. de las Américas, Hidalgo & Hidalgo, contratada por el Municipio, acomete en los trabajos de lo que será la troncal 2 de la Metrovía, que unirá un sector del Guasmo Oeste con el lado noreste a través de las terminales de integración 25 de Julio (ubicada junto al distribuidor de tráfico de esta avenida con la Pío Jaramillo) y la terminal Río Daule (situada frente a la terminal terrestre).

Entre las calles comprendidas dentro del proyecto están las avenidas 25 de Julio, Quito, Machala, De las Américas y la calle Pedro Moncayo.

A quienes se movilizan por la Av. de las Américas les toma más tiempo desplazarse. Aquiles Lascano, conductor de colectivo, asegura que “desde que comenzaron los trabajos -a fines de marzo- el tráfico es lento”.  Señala que su recorrido antes lo hacía en 2 horas, pero en la actualidad le toma entre 3 y 4 horas.

El viacrucis no sólo es para los conductores. J. Rizzo, vigilante de tránsito, debe soportar el intenso sol y los reclamos de los conductores que se desplazan por la intersección de las avenidas De las Américas con la Juan Tanca Marengo. “Antes de que comiencen los trabados de la Metrovía el problema era en las horas pico; pero ahora el caos es a toda hora”, asegura.

El principal problema “lo constituyen los intentos de adelantamientos y el cruce de peatones de un lado al otro en la Av. de las Américas”, cuenta el vigilante.

Más adelante, a la altura de la calle Pedro Moncayo entre Clemente Ballén y 10 de Agosto las obras de la Metrovía generan caos vehicular, que a la vez afecta a los transeúntes. Iván Pauta, cobrador de una unidad de transporte, manifiesta que la Línea 68 hace “base” en las inmediaciones del parque La Victoria, y “antes se podía transitar por el sector, pero ahora no, a las horas de mayor movimiento es imposible, las personas no se pueden subir”, pese a que a lo largo de Pedro Moncayo se encuentran miembros de la Comisión de Tránsito del Ecuador tratando de dar fluidez al tránsito.

Urdesa y Miraflores

Los inconvenientes por las obras que se desarrollan simultáneamente en diferenres frentes afectan a prácticamente toda la urbe. El ingreso y salida de Urdesa por la Av. Carlos Julio Arosemena se encuentra obstruido por la construcción del puente sobre la Av. de Las Monjas.  Quienes desean ingresar al sector desde la Av. Carlos Julio Arosemena deben usar como alternativa las calles del centro comercial Albán Borja.

El propietario de un restaurante del centro comercial Aventura Plaza (a la altura del viaducto de Las Monjas), que prefirió no dar su nombre, aseguró que “las ventas han bajado significativamente”, pues parte de la clientela provenía de Urdesa, por lo que “espera que las obras terminen en el plazo establecido”.

En la ciudadela Miraflores la Municipalidad cumple con la refacción de la avenida Adolfo Alvear Ordóñez, cuya vía de acceso es la principal arteria de este sector.

Los trabajos de regeneración urbana están acompañados del cambio de tuberías de alcantarillado y agua potable en el tramo desde la calle Primera hasta la Séptima, es decir a partir del puente que une Urdesa con Miraflores, a lo largo, hasta la avenida Carlos Julio Arosemena.

Estos trabajos no sólo han causado molestias a los moradores y al comercio, sino también a los estudiantes del colegio Teodoro Alvarado. Ángel Díaz, inspector del plantel, expresa que “el polvo ha afectado a los alumnos” y  que “los estudiantes corren peligro, porque deben caminar  hasta la parada de la Metrovía” en Fedeguayas.

En cuñas publicitarias la Municipalidad dice que “las molestias de ahora son el progreso de mañana”. La ciudadanía, sin embargo, exige que las obras se cumplan con el menor impacto posible.

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