Arreglos y nuevas obras buscan mejorar imagen de terminal
El gerente general de la Fundación Terminal Terrestre de Guayaquil, Eduardo Salgado, en un recorrido por la estación muestra a El Telégrafo que en la edificación ya han empezado las reparaciones a una serie de daños evidenciados, semanas atrás, en dos reportajes publicados por este diario.
Los días 13 de abril y 11 de mayo este medio mostró que existían deficiencias en los cuartos de baños (dispensadores averiados, ausencia de jabón, secadores de manos dañados, puertas sin cerraduras y malos olores en los inodoros) y andenes contaminados por residuos de los automotores.
Entonces, varios usuarios de ese espacio, consultados por este diario, manifestaron su malestar por las condiciones de las citadas áreas.
Al respecto, el titular de la entidad enseña que comenzaron hace pocos días los arreglos de las zonas de higiene y de llegada de los buses. Así, en el primer espacio se están colocando baños ecológicos, los cuales se limpian con químicos y no tienen partes de metal que puedan ser sustraídas. “Una diferencia con los anteriores es que los que funcionan con agua producen malos olores”, explica Salgado, quien estima que 1.000 personas por hora usan los baños.
En esa misma zona se instalarán puertas de acero inoxidable, cuyas cerraduras no se pueden desprender, y las paredes serán de acero para evitar que se sigan rayando grafitis. “Además pondremos jaboneras que contengan jabón espuma para impedir que se sigan llevando las fundas llenas del gel líquido”, agrega Salgado, mientras prueba varios secadores de manos, que en las visitas realizadas anteriormente presentaban averías.
De acuerdo con los funcionarios de la institución, los daños en muchos casos son ocasionados por personas que intencionalmente se llevan algunas partes de las puertas y los desinfectantes de manos.
Por otro lado, los pisos de los andenes están siendo recubiertos con un elemento especial (proceso de impermeabilización) que permite retirar con más facilidad los residuos líquidos que los automotores dejan en el piso.
Alfredo Pera, director de servicios generales de la estación, explica que el año pasado realizaron los estudios para determinar el tipo de material que se está colocando ahora, pero el proceso de cobertura de los 100 puntos de salida y llegada tomará alrededor de 90 días.
Salgado añade que en 2010, un año después de que asumió la gerencia, hicieron un trabajo similar. “El recubierto se hace cada dos años. Hay que presentar estudios y presupuestos; ahora tocó hacerlo otra vez. Ahora se lo hace con mejores productos”.
Para evitar que las cooperativas provoquen contaminación en la zona, según Klider Campos, director de operaciones, han aplicado sanciones a las rutas que no arreglan los automotores que arrojan líquidos.
Los castigos van desde una multa de $14 (leve) hasta la sanción temporal de la cooperativa (grave).
“El año pasado hubo castigados, pero en este momento no tengo una estadística de cuántos...", recordó.
En un comunicado de la institución, impreso en este medio el pasado 31 de mayo, reza: “El 17 de mayo publicamos el proceso para la contratación del servicio de destroncado de recubiertas de pisos y paredes de los andenes, cuyo objetivo principal es recuperar los niveles de desgaste volviéndolos a su estado original, el mismo que se estima se ejecutaría en la primera semana de junio” (sic).
Esos procesos de construcción pública, acotó el gerente, demoran entre 30 y 60 días.
Además, adelanta que entre fines de junio e inicios de julio empezarán una campaña de educación para enseñar a la población a usar adecuadamente las instalaciones.
Intervención de otras zonas
El área conocida como playón de buses, patio ubicada junto al edificio, actualmente es reasfaltado para cubrir los baches que se han multiplicado luego de las lluvias de la etapa invernal.
Desde la semana pasada, maquinaria pesada repara la zona, cuyo costo ascenderá a $ 180 mil.
De acuerdo con las proyecciones de la entidad, el material actual debe durar aproximadamente tres años, es decir, más que las coberturas anteriores, que eran colocadas anualmente.
También, para mejorar el parqueo de las personas que acuden a los espacios comerciales o los que se van de viaje, se contrató la señalética para el área de estacionamiento.
“Este proyecto ya es una realidad, y actualmente se está calificando a una empresa para que haga la señalética del parqueo particular, pero al momento ya se empezó con el asfalto de ciertas paradas”, dijo Campos.
Adicionalmente se instaló una cabina para agilizar la entrada y salida a la estación.
¿Por qué no hicieron todos esos cambios antes? Según Salgado, anteriormente no contaban con la liquidez actual. Hoy en día la tienen porque, asegura, “somos buenos administradores”.
La inversión estimada para los trabajos en las mencionadas reparaciones y en nuevas obras ascendería a aproximadamente $450 mil. En octubre de 2007, el alcalde de Guayaquil, Jaime Nebot, en compañía de Guillermo Lasso, entonces presidente de la Fundación Terminal Terrestre, presentó las renovadas instalaciones que fueron catalogadas como las “más modernas de Latinoamérica”.