La zona frontal de la terminal terrestre de Guayaquil, ubicada en la avenida Benjamin Rosales, es el espacio donde crecen 57 árboles nativos como parte de una iniciativa conjunta entre la empresa privada y una agrupación civil local.

Durante 18 meses, miembros de la fundación La Iguana colaboraron en la asesoría y sembrado de las especies, explicó Andrea Fiallos, líder del colectivo.

La ciudadana destacó la apertura de la Fundación Terminal Terrestre para realizar el proyecto. También agradeció la labor de su equipo tanto por el trabajo desarrollado en Guayaquil como en otras ciudades.

En tanto, Eduardo Salgado, gerente general de la Fundación Terminal Terrestre, destacó la iniciativa como parte de un proyecto para conseguir que las instalaciones sean amigables con el medioambiente y autosustentable.

Desde 2010, se incrementaron jardines y áreas verdes a 3.500 metros cuadrados (m²) en la terminal de la avenida Benjamín Rosales. Además, existen 2.369 m2 en las instalaciones de Pascuales.

Salgado también mencionó que para el próximo año, la infraestructura contará con el 100% de iluminación por luces LED y que está en ejecución la instalación de una planta para reutilizar las aguas residuales que genera la terminal. (I)