Luis Cajilema, quien tiene 23 años habitando en la cooperativa Juan Pablo II -norte de la ciudad-, vio hace casi una década los trabajos para la construcción de la autopista Narcisa de Jesús, realizados por el Municipio de Guayaquil.

Actualmente, a pocos metros de su casa está el campamento base del consorcio Enlace 780, desde donde se maneja la logística y salen los materiales para el nuevo puente que unirá con Samborondón.

Pero en esta ocasión, la casa de Cajilema y otras 13 familias del sector serán expropiadas por el Cabildo  debido a que por estos terrenos pasará el viaducto que conectará la estructura para tránsito vehicular -que pasa sobre el río Daule- con la autopista Narcisa de Jesús.

El ciudadano explicó que hace dos semanas recibieron a representantes del Área Municipal de Expropiaciones, quienes informaron que el monto de la indemnización será entregado únicamente al dueño de los lotes que, según el código catastral 90-2800-00, es el Banco Ecuatoriano de la Vivienda (BEV).

Es decir, los posesionarios de los lotes y dueños de los inmuebles no recibirán dinero por los lugares en los que han vivido por casi dos décadas. Cajilema está consciente de que su propiedad no está legalizada. “Pero hemos acudido a todas las instancias posibles para arreglar nuestra situación”.

Desde la década del 90, los vecinos han tenido acercamientos con la Alcaldía y el BEV para conseguir la regularización. Sin embargo, no procedió -según explicaron los afectados- porque los funcionarios les informaron que las casas están cerca de una laguna de oxidación y representa un riesgo para la salud de los moradores.

Para José Criollo, este argumento no es válido porque Los Vergeles también está cerca de una zona similar “y no solo cuentan con terrenos legalizados, sino también con obras municipales”.

En primera instancia, se intentó adquirir los lotes, pero eso tampoco fue factible. Criollo considera que nunca existieron las facilidades para regularizar su situación.

En las paredes de las viviendas y en parte de la peatonal adyacente, se observan líneas rojas y celestes que señalan la ruta que seguirá el viaducto.

Juana Lindao, quien habita en el límite con la cooperativa El Limonal, comentó que inicialmente se le había notificado que su propiedad solo se afectaría parcialmente, pero en las últimas semanas conoció que toda la casa será demolida.

Lindao asegura que cuenta con escrituras y mostró recibos de pago por prediales, aunque desconoce el monto que recibirá por concepto de indemnización.

Por su parte, Fernando Barroso, presidente del comité barrial de la coop. Juan Pablo II, comentó que esperan una comunicación definitiva por parte del Cabildo acerca de la situación de las 14 familias.

Mientras que el consorcio Enlace 780, encargado de la construcción del puente Samborondón-Guayaquil, también se mantiene a la expectativa de los trámites efectuados por el Municipio.

Representantes de la entidad informaron a un diario local que si esta parte de la gestión administrativa demoraba más de un mes, habría una afectación al cronograma, que ya presenta 65% de avance. La proyección de la Alcaldía es entregar la obra a inicios del siguiente año. (I)