Era 2012 el Consejo Nacional de Competencias, mediante resolución 005-CNC 2012, delegaba a cuatro provincias la competencia para dragar los ríos y, entre ellas, estaba Guayas.

Fue entonces cuando desde la Prefectura se comenzó a hablar del dragado del río Guayas, particularmente de la zona adyacente al islote El Palmar por el riesgo que representaba la sedimentación.

“Fue una competencia sin recursos”, aclara Nicanor Moscoso, director de Riego, Drenaje y Draga del Gobierno provincial.

Si bien el Estado entregó una draga a la provincia, esta se ubicó en Salitre por la recurrencia a inundaciones “y de ahí no sale”, puntualizó.

Con la firma de un convenio entre la Prefectura y la Secretaría Nacional del Agua (Senagua), en 2013, arrancó el proyecto de El Palmar. Se estableció la extracción de 296.000 m³ de sedimento para colocarlos sobre el islote y consolidarlo.

Los trabajos debían ser entregados al año siguiente, pero inconvenientes con los geotubos que se encargarían de sostener el limo dilataron el proceso hasta el segundo semestre de 2015, manifestó Moscoso.

La licitación para la segunda fase del proyecto, que incluye la extracción del sedimento en la zona adyacente al islote, también tuvo sus tropiezos: un proceso declarado desierto (julio de 2016) y otro terminado unilateralmente por la Prefectura por incumplimiento de contrato (octubre de 2017).

El prefecto Jimmy Jairala anunció para hoy la entrega oficial de la adjudicación de la gestión al Servicio de Dragas (Serdra) de la Armada. 

“No estamos empezando a solucionar solamente las inundaciones de la cuenca baja del Guayas sino también evitando que después de cinco años las inundaciones afecten a Guayaquil”, manifestó el funcionario.

El sedimento será depositado en El Tejar, Isabel Ana y Caracoles, que pertenecen al cantón Durán. (I)